Hasta el último día, la convención dejó en suspenso cómo se regularía la propiedad del Estado sobre los recursos naturales y, en particular, la gran minería del cobre, en la nueva constitución. Ahora, el misterio ha sido develado, en medio de 499 artículos del borrador: todo sigue igual.
Sí, parece que sí. Nos están agarrando pa’l chuleteo, pero de lo lindo. El gobierno anunció un aumento del salario mínimo a 380 mil pesos. Cuando todavía necesitaba los votos, prometía que iban a ser 500 mil. Con la inflación, en todo caso, cualquier monto vale menos y menos. Para compensar eso, las autoridades ofrecen un bono: son seis lucas, para que vaya pensando en qué lo invierte.
Luego del rechazo al quinto retiro en el parlamento, desde Washington soltaron la pepa. Los argumentos económicos del gobierno para impedir la recuperación de los fondos de los trabajadores, y su discurso del “programa” y de las “transformaciones”, son lo que parecen: puro cuento.
El gobierno se ha decidido a apostar su suerte política a impedir un quinto retiro de los fondos previsionales. Al igual que Piñera, emplea todos sus recursos en defender a las AFP y al gran capital.
O sea: puro aire. El esperado plan económico del gobierno de Boric contiene dos papas saladas. El resto es, y seamos precisos, nitrógeno, que forma una atmósfera protectora en torno al continuismo de Piñera.
El presidente Boric nombró a Máximo Pacheco, antiguo nexo entre los partidos de la Concertación y compañías transnacionales en áreas como la electricidad, el gas y la minería, como nuevo presidente de Codelco. Se confirma la alerta: van por el cobre chileno.
El nuevo gobierno ya va dejando claro que quiere continuar -y profundizar- la política de saqueo de los recursos naturales. Codelco anuncia que tiene planes de privatizar parte de sus operaciones. En el Congreso, la tímida ley del royalty se convirtió en el Senado en una nueva “Ley Longueira”; un negociado sucio que el gobierno prometió blindar.
Se viene platita pa’l bolsillo. No han pasado dos días y ya tenemos cueca. Aunque el presidente quiera cuidarle la caja a las AFP, sus parlamentarios votarán por otro retiro. De oficialistas a oposición avivan el baile. Cada uno lleva agua pa´ su molino.
Ir al súper en estos días parece una película de horror. Para los dueños, sin embargo, es como una comedia romántica. Mientras más caras las cosas, ellos se forran. Según los últimos reportes financieros, el rubro aumentó el monto de sus ventas en un 15%.
Comenzó la temporada de alzas, a apretarse el cinturón. El encarecimiento de los alimentos va en alza, uno de los principales factores para ello, dicen, es la subida del precio del combustible, de los fletes. Pero lo importante es que los camioneros estén contentitos ¿no?
Las cifras de la inflación van en un aumento meteórico. Curioso ¿no? Porque no hubo ni cuarto retiro ni hay IFE, las causas que, hace apenas un par de meses, daban para explicar las alzas. Las nuevas autoridades ya dejaron en claro que quieren que los trabajadores les paguen su crisis. Habrá que sacarlas de su error.
Junto con el Covid-19, se hizo evidente una pandemia que afecta a todo el mundo, pero que sólo contagia al 1% de la población. Es la pandemia de los ricos que se hacen más ricos con el padecimiento de la humanidad.
La pelea por el litio chileno demuestra que el control de los mercados y recursos naturales enfrenta a los intereses de las grandes potencias económicas mundiales. Para lograr sus objetivos, someten a los países débiles y dependientes. No podrían lograr ese cometido sin colaboradores locales: esos son los vendepatria.
Lo logró Piñera. A pocas semanas de abandonar el cargo, sus incesantes llamados a la “unidad nacional” surtieron efecto. Sin ninguna oposición, la cámara baja aprobó su proyecto de pensión garantizada universal, la salida favorecida por las AFP, luego del golpe mortal que significaron los retiros a su negocio.