Así es la Eurocopa. Se juega a varios equipos. En la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, el “cordón sanitario” y el “frente republicano” en contra del partido de Le Pen funcionó a la perfección. En vez de lograr una mayoría absoluta, la ultraderecha quedó en el tercer lugar. La izquierda deberá ahora formar un gobierno que dependerá, sin embargo, de los deseos y decisiones del presidente Macron.
De azul a rojo, para ser más precisos. Luego de una década y media de desastres, finalmente los ‘tories’ dejan el poder. En su reemplazo, asumirá, con una cómoda mayoría, el Partido Laborista que ya prometió que continuará las políticas ruinosas de los conservadores.
A puro aguante, Julian Assange, el fundador de Wiki Leaks, conquistó su libertad luego de más de una década de persecución, encierro, calumnias y traiciones. La administración Biden le impuso un último suplicio: debió declarase culpable del delito de “espionaje”. Es el término que el imperialismo usa para designar… a la verdad.
En sólo tres horas, se derrumbó, con pena y sin gloria, la intentona golpista del general Juan José Zúñiga en Bolivia. El pueblo expulsó a los golpistas de la plaza Murillo de La Paz y el gobierno nombró un nuevo alto mando de las Fuerzas Armadas. Zúñiga fue detenido. Sin embargo, todo indica que esto fue sólo una prueba. Si el pueblo se confía de su rápido éxito y no toma las riendas de la situación, habrá un nuevo golpe… y esta vez en serio.
Como un encuentro “por la paz” fue presentada la cumbre que ratificó los postulados de la OTAN sobre la guerra entre Ucrania y Rusia. Al final, seguirá la guerra.
La reacción de la prensa occidental al atentado en contra del premier eslovaco Robert Fico es tan característica como cínica: el asesinato fallido ocurre en medio de “una intensa polarización”, causada por el propio político socialdemócrata. La verdad es que todos saben que el ataque es una represalia por las posturas del gobierno de Fico frente a la guerra de Ucrania.
El nuevo paro general, convocado por las centrales sindicales argentinas, prescindió, esta vez de marchas y movilizaciones. Aun así, logró una alta adhesión. El jueves pareció un domingo anticipado. Pero el éxito de la medida no hace mella en el gobierno de Milei. Habrá que moverse.
La represalia de Irán por el ataque a su consulado en Siria tomó la forma de un masivo ataque con drones y misiles en contra de objetivos militares israelíes. La noticia provocó preocupación en el mundo. Se habló, incluso, del “inicio de la III Guerra Mundial”. No es eso. Pero la guerra, esa ya comenzó hace rato.
El asalto a la embajada mexicana en Ecuador y el secuestro del ex vicepresidente Jorge Glas, refugiado en la legación es sólo último de una serie de episodios que demuestran el descenso de los regímenes latinoamericanos a una condición propio de inicios del siglo XX: las repúblicas bananeras.
Tras la caída de la ciudad de Avdeevka, las fuerzas rusas avanzan con más ímpetu en los distintos frentes de batalla. El empecinamiento de la OTAN en seguir adelante con la guerra implica más desequilibrio en Europa y en los aliados de Estados Unidos, que no pueden intuir hacia dónde va la guerra.
Medio Oriente es sinónimo de una crisis perpetua incentivada por potencias externos. La crisis sigue, pero todo lo que la compone está cambiando.
Estados Unidos lanzó su tercera tanda de ataques aéreos en contra de Yemen. El objetivo declarado de la escalada es golpear a las milicias huties en ese país y restablecer el tránsito marítimo en Mar Rojo. La feble coalición militar, digitada por Washington y Londres, está logrando exactamente lo contrario.
La marcha popular por el aniversario del levantamiento del 20 de diciembre 2001 superó el intento del gobierno de establecer un estado de sitio de facto en Buenos Aires. Milei respondió en la noche con un febril y confuso “paquete de medidas”, en medio de un masivo concierto de cacerolas.
Todo el respaldo económico y militar al régimen ucraniano no ha logrado que consiga lo que deseaba ardientemente la OTAN: la derrota y humillación de Rusia.