Y no nos referimos a Manuel Monsalve, quien sí las tiene, las salidas. Es sólo cosa de paciencia. Es el gobierno el que no podrá escapar de la trampa mortal, perdón, moral, en que ha caído.
Los escándalos y pugnas en el gobierno dejaron al descubierto una dura verdad. Su papel es tan irrelevante que, mientras peor va la cosa, menos importa lo que haga o deje de hacer.
El gobierno sigue paralizado por los efectos del caso Monsalve. No es la derecha la que lo acosa. Las acciones del ex subsecretario del Interior golpean desde adentro a uno de los pilares del Ejecutivo: su política represiva. Por eso, Boric se aferró, hasta el último minuto, al presunto violador. Y por eso, está ahora atrapado en una red de mentiras y engaños.
La acusación de violación y abusos sexuales en contra del ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, llevó al gobierno a un completo caos, alimentado en gran parte por el presidente Gabriel Boric. Dadas las características del inculpado y el papel que ejercía, este caso, sin embargo, es sólo el comienzo de una nueva ronda de extorsiones, amenazas y maniobras de impunidad en el seno del régimen.
Del enfrentamiento social que se manifestó a partir del 18 de octubre de 2019, hemos pasado al choque de los relatos. Pero tejen esas narraciones sólo quienes siguen entre la espada y la pared. El levantamiento popular, sin embargo, no es ningún cuento.
Finalmente, se consumó el pacto entre el gobierno y la derecha para manejar los efectos del escándalo Hermosilla. Daño colateral o, más bien, sacrificio necesario: el juez Sergio Muñoz. Las lágrimas de cocodrilo del oficialismo por la destitución del magistrado no pueden ocultar que todo estaba arreglado desde el inicio.
Habían sido beneficiados con proyecto de “regeneración”. Pero los vecinos del sector de Michaihue 716, en San Pedro de la Paz, región del Biobío están bajo riego de erradicación. Como los buitres caen gestores estatales y privados, buscando su tajada en el negocio, mientras los habitantes del condominio temen por sus departamentos. Ahora, se organizaron y se pusieron firmes: “llave por llave”; si no, dicen, no nos vamos ni… de ningún modo, pues.
El grupo de Kast, que en medio de la crisis del pinochetismo ha pasado a un segundo plano, quiso hacerse notar con una acusación constitucional en contra de la ministra del Interior. A ver qué pasa, se dijeron. Los diputados de RN, dudosos de cómo proceder, se les ocurrió una idea mejor: ir en contra del presidente Boric. No, pues. Eso no se hace, les dijeron los otros fachos.
La causa en contra del ex ministro Andrés Chadwick Piñera no es simplemente una “arista” de los mensajes y audios de su amigo, el abogado Luis Hermosilla. Ahora son otros miembros de gabinete de Piñera los que quieren salvarse. El ex ministro Felipe Ward comenzó, por lo visto, a cantar. Y la melodía no le va a gustar a quien fuera -o es- uno de los principales jefes de la derecha: Andrés Chadwick.
El presidente Gabriel Boric cumplió con el pacto de impunidad que había sellado, antes de asumir el cargo. con el jefe de Carabineros, el general Sergio Yáñez. Lo mantuvo en el cargo hasta el último día hábil antes de su formalización por crímenes de lesa humanidad. Y nombró al delfín de Yáñez como nuevo general director.
Las revelaciones de corrupción en la derecha han lanzado al “sector” a un enfrentamiento sin tregua. La fiscalía informó que Andrés Chadwick Piñera es un imputado en las coimas del grupo Patio; peligra la guarida UDI en la Universidad San Sebastián; y Evelyn Matthei concentra la ira reaccionaria luego de un confuso intento de separarse del desastre de Marcela Cubillos.
Marcela Cubillos dobló su sueldo…, perdón, su apuesta. No le importa un comino lo que digan de ella ni de su mega sueldo. Sólo los muertos de hambre reclaman en contra de los 17 millones. Ella, sostiene, goza de la “libertad de trabajo” y de “contratación”. He aquí un malentendido.
Andrés Chadwick Piñera, ex jefe de la UDI, ex ministro y ex primo de Piñera, ex socio de Luis Hermosilla, había bajado el periscopio en medio de las revelaciones de los chats de su amigo. La derecha instrumentó una cuidadosa operación en el Congreso para protegerlo. Pero, para Chadwick, eso no es suficiente. Con un gesto teatral, quiere recordarles a todos que a él no lo deben tocar.
La que “no tiene herramientas ni competencias, la vergonzosa Cubillos”, será la enemiga favorita de todos los profesores de Chile. Pero lo que ignoraban los docentes es que Marcela Cubillos es una colega de ellos. 17 millones le paga la Universidad San Sebastián ¡al mes! por… ¿hacer clases? No. Nunca tanto. O sea, lo de la plata, sí. Lo de dictar clases, por supuesto que no; eso sería trabajar.