La pandemia de los ricos

Junto con el Covid-19, se hizo evidente una pandemia que afecta a todo el mundo, pero que sólo contagia al 1% de la población. Es la pandemia de los ricos que se hacen más ricos con el padecimiento de la humanidad.

26 de enero de 2022

El 1% de la población del mundo, 46,8 millones de personas, que tienen como patrimonio más de un millón de dólares, manejan el 44% de la riqueza total del planeta.

Quizás hay que ser más específico, pues sólo 2.095 personas tienen más de 1.000 millones de dólares, y esas son las que tratan de controlar el orbe. Son esas, preferentemente, las que aumentaron sus fortunas durante la pandemia en mas de 300.000 millones de dólares. Es paradójico como el mundo se hizo más pobre, ya que necesito hacer frente a la pandemia y gastó más del 6% de sus riquezas, que no volverán, en tratar de parar la enfermedad que asola los países.

En el intertanto, otros ganaban.

En Chile, existen 59.669 personas que tienen un patrimonio de más de un millón de dólares, lo que vendría a ser el 0,3% de la población chilena. De ellas, 5.840 personas tienen un patrimonio de más de 22 millones de dólares. Y 510 tienen un patrimonio de más de 125 millones de dólares.

¿Cómo alguien puede tener un patrimonio de 800 millones de pesos? Un político no podría acumular esas riqueza, aunque ganara 20 millones mensuales. Un militar o policía tampoco podrían llegar a esta cifra. El dueño de una pequeña empresa sólo puede soñar con tener tanta plata.

Entonces ¿cómo puede ser que haya militares o policías, políticos, empresarios pequeños, dueños de escuelas y otros, que sean millonarios? La respuesta es clara. Han cometido algún ilícito: explotan a sus trabajadores, son corruptos, roban dinero del Estado, estafan, es decir, son delincuentes.

De los que tienen fortunas más altas, sabemos cómo las han amasado: utilizan a los políticos para hacerse de las empresas del Estado o para que hagan leyes que los beneficien. Captan dinero del Estado para su beneficio. Cuando pueden, tratan de perjudicar a los trabajadores. Estafan a los consumidores. Se tiran a quiebra para no pagar deudas. Son favorecidos por la justicia. Se les rebajan los impuestos. Llevan el dinero a paraísos fiscales.

Etcétera.

Los ricos del país son los conocidos: Luksic, Lería, Yuraszeck, Saieh, Abumohor, Gálmez, Kreutzberger, Pinochet, Colodro, Andraca, Feuerstein, Ergas, Avayú, Senerman, Piñera, Edwards, Ovalle, Büchi, Calderón, Fuentealba, Yarur, Ponce Lerou, Paulmann, Angelini, y otros. Mientras ganan dinero a manos llenas, llevan el dinero al exterior, como el caso de Luksic, comprando bienes raíces en Madrid, invirtiendo en bancos españoles, en Croacia, Estados Unidos…

En nuestro país, los ricos sólo pagan el 6% de sus ingresos en impuestos, cuando la ley establece que debería ser el 35%. La merma en impuestos significa que, con lo evadido, se podrían construir 20 millones de viviendas.

Estos ricos son los mismos que en la peor época de la pandemia aumentaron sus fortunas en un 73%, mientras la gente salía a protestar porque no le alcanzaba el dinero para alimentar a sus hijos.

Hay algunas preguntas que deberían ser contestadas: ¿cómo alguien que trabaja toda su vida nunca se hará rico? ¿por qué algunos se hacen ricos con los recursos naturales del país? ¿por qué no se persigue penalmente a quiénes, durante la dictadura y los gobiernos de la Concertación, vendieron a precios mínimos las empresas estatales?

Hay que romper con el mito de que los ricos generan su riqueza. Eso es falso.

Son los trabajadores los que generan la riqueza. Los ricos son los que se la roban y que gozan de ella.

Ya va haciendo hora de cambiar las cosas y darnos cuenta de que está en nuestras manos cambiar esto.

La riqueza del país debe ser para sus habitantes, no para algunos. La lucha contra estos parásitos y los que lo apoyan debe ser frontal y permanente. La única manera que se revierta y cambie esto, es que los trabajadores estén en el poder y no los políticos al servicio de los ricos.