El pueblo pasa a acciones directas. Hoy hubo enfrentamientos entre civiles uribistas armados y miembros de la Minga Indígena en una ruta tomada. Duque los conmina a “meterse en sus asuntos”. Pero ellos bajaron del valle a unirse y defender al pueblo en las calles. Como reza el himno de la guardia indígena: “Pa ‘delante compañeros, dispuestos a resistir. Defender nuestros derechos, así nos toque morir”.
En los últimos dos días se acrecentaron las protestas en Jerusalén. Una de las causas es el desalojo de viviendas palestinas. Las fuerzas israelíes actuaron con “mano dura” para reprimirlos, dejando un saldo de 280 palestinos heridos por balas de goma.
Se celebra en Rusia la victoria sobre la Alemania nazi, un 9 de mayo de 1945. Ese día las fuerzas armadas alemanas, la Wehrmacht firman su rendición ante los soviéticos, en Berlín. El período de la segunda guerra mundial contra la Unión Soviética es conocido como la Gran Guerra Patria.
En Colombia, las organizaciones indígenas luchan junto a todo el pueblo. Miles de personas, organizadas en guardias indígenas, se desplazaron a las grandes ciudades para apoyar al pueblo en su defensa.
También en Madrid y Barcelona. El apoyo al pueblo colombiano no cesa, lo mismo que el rechazo contra Duque, su policía y la régimen político. Al tibio intento que asomó la nariz para negociar la salida a la crisis, el tozudo pueblo no deja la calle.
En Río de Janeiro, específicamente en la favela Jacarezinho, la policía civil, asesinó a 25 personas. Se trata de ejecuciones extrajudiciales hechas por fuerzas policiales amparadas por el régimen de Bolsonaro.
Mientras los partidos ya negocian con el régimen de Duque-Uribe, el pueblo sigue en las calles, aguantando la represión de policías, militares y sicarios privados.
Estados Unidos ha comenzado la retirada de sus fuerzas en Afganistán, que culminará el 11 de septiembre de este año. Después de 20 años del inicio de la ocupación y de miles de muertos, han debido entregar el territorio a los talibanes, sus contrincantes en la “guerra eterna”.
La violencia de la policía, aunada con el paramilitarismo colombiano, aumenta. Un joven, Lucas Villa, recibió ocho disparos de “desconocidos”. Está con muerte cerebral. Las centrales sindicales se reunirán con Duque el 10 de mayo. Pero la calle no da señales de parar. De aquí en más, será ella la que imponga la pauta.
Las movilizaciones crecen en masa y tono, y a pesar de los intentos por llegar a un diálogo para este 10 de mayo, el Comité de Paro, uno de los convocantes, se ha sumado a lo que exige el pueblo: no hay diálogo mientras los ESMAD sigan reprimiendo en las calles.
Colombia va hacia su octavo día de paro nacional. Continuan las mareas de trabajadores en las calles de las principales ciudades del país. Colombia cuenta sus muertos, sus heridos, los atropellos por doquier, la represión sin tapujos. Pero el pueblo sigue.
Los sucesos acaecidos en Colombia son parte de una década intensa de movilización popular alrededor del orbe. No es casualidad que los hechos se parezcan a lo sucedido en Chile, Ecuador y Perú. Represión, muerte y crueldad de la clase burguesa contra el pueblo, muestran que estamos en presencia de levantamientos populares y de la lucha de clases.
A lo Piñera, Iván Duque reculó. La calle lo obligó a retirar su proyecto de reforma tributaria. El pueblo ha dicho claro que no pagará la crisis. Los trabajadores colombianos han medido su fuerza en cuatro días de paro nacional y ¡van por todo!
Un grupo de militares, en retiro y activos, escriben una carta donde plantean que Francia está en peligro y que se debe hacer algo. La fecha en que emiten su proclama es el mismo día en que, 60 años antes, miembros sediciosos del ejército galo quisieron atentar contra la república encabezada por su presidente Charles De Gaulle.