La cárcel de Punta Peuco nos muestra cómo el sistema político protege a asesinos que en un momento fueron útiles para ellos. Allí están una pequeña parte de los culpables de las muertes y vejaciones a los derechos humanos en contra de los chilenos. La otra parte, anda impune por las calles, está en la política e incluso forma parte de la burguesía.
“Si se desconocen los dos tercios, la convención se acaba”. La sentencia de un constituyente enmarca el debate de este martes sobre el quórum para aprobar las normas elaboradas por la convención constitucional. Entonces, todos sabrán quién es quién, más allá de los discursos.
Será “austera”, en el Parque O`Higgins el domingo 19 de septiembre y con 30% menos de soldaditos que otros años. El gobierno anunció que este año se realizará la Parada Militar. Pa´ que hagan algo aparte de robar. Según Piraña, los chilenos queremos rendirle homenaje a “los valientes soldados”.
La burguesía chilena controla los medios de producción del país, directa o indirectamente a través de los políticos. También tenía el monopolio de los medios de comunicación, creían que por siempre, pero la globalización les jugó una mala pasada, hoy las redes sociales y el pueblo son capaces de mostrar la verdad de los hechos que suceden y de lo que sucedió en el pasado.
La decisión de emitir el premiado documental histórico de Patricio Guzmán, “La Batalla de Chile”, por el canal La Red hirió susceptibilidades. La empresa Carozzi retiró su publicidad del canal aduciendo que no auspician programas con contenido político por respeto a sus consumidores y a su forma de pensar. Sus consumidores, en las redes sociales contestaron con #CarozziMeEspanta.
“Mi nombre es Erwin, soy papá de Martina y Antonella. Las dos últimas niñas que hizo desaparecer el hogar Tupahue de Hualpén”. Es el relato de un padre que decidió hacer público su calvario. “Empecé una batalla. Sé que no voy a conseguir un triunfo de aquí a la vuelta de la esquina por eso me atreví a hacerlo público. Y al hacerlo me di cuenta que existen muchos casos más.”
Con cada aniversario del golpe del 11 de septiembre de 1973, se vuelve -una y otra vez- sobre su significado. Esa reiteración nos debería indicar que hay algo que no está resuelto en nuestra historia. Quizás recién hoy es posible vislumbrar un fin.
El 11 de septiembre de 1973, la burguesía chilena y el imperialismo estadounidense, junto con otros cómplices daban un golpe de Estado en Chile. Pese a que lo efectuaron las fuerzas armadas, estos como siempre solo fueron la herramienta usada para hacerlo, no fueron los protagonistas como creyeron. Frente a estos traidores, ese día desde el pueblo comenzó a florecer una serie de hombres y mujeres que pusieron la dignidad chilena en lo más alto, fueron los que se negaron a rendirse frente a los opresores.
Multitudinaria fue la marcha de este año para recordar los 48 años del golpe de Estado. Mayor a la convocatoria de otros años. Familiares de detenidos desaparecidos, de los presos políticos de antes y de hoy. Los ciclistas, los Diablos Rojos de Víctor Jara. Un saludo al memorial de Salvador Allende, la romería al Cementerio General. En Santiago y otras ciudades del país, recordando que nada está olvidado.
Como no pueden evitar que una y otra vez vuelvan al a plaza, juegan sucio. Hoy amedrentaron a un grupo de paramédicos que circundan la plaza para auxiliar a quien lo necesite, tiraron gas pimienta directo a la cara y sin motivo y echaron la caballería encima. ¡Flor de policías! Pero ahí seguimos.
Este viernes se comienza a exhibir “La Batalla de Chile”, el documental con el que el cineasta Patricio Guzmán registró la gesta del pueblo de Chile durante los días de la Unidad Popular hasta el golpe de Estado en septiembre de 1973.
Habrá sudado frío hoy la Dirección del Trabajo en el intento de mediación entre el sindicato de los trabajadores de Transbank y los representantes de la empresa. Esta llegó sin propuesta alguna para la mediación y los trabajadores le dijeron que “lamentablemente” tendrán que seguir con la huelga hasta el martes. Los esperarán con su siesta.
Hay quienes no quieren discutir la disolución total de las fuerzas armadas y policías. Prima en ellos la incredulidad. Piensan que sólo cabe reformarlas. La gente común y corriente, por el contrario sabe que se puede acabar con ellas y construir algo nuevo. Finalmente es el pueblo el encargado de crearlas.
Todavía hay quienes defienden a ultranza la dictadura. También hay quienes se agruparon en torno a los partidos del régimen y se vieron beneficiados. Cómplices ambos en sostener la impunidad. El crimen de Marta Ugarte es el recordatorio permanente ante el mundo de hasta dónde es capaz de llegar la reacción y las fuerzas armadas para conservar el régimen y sus privilegios.