Un reportaje de La Red informa hoy cómo la ex Subsecretaria de Derechos Humanos de Bachelet, Lorena Fríes Monleon, ocultó activamente información sobre violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar. Mil veces malditos.
Cuenta la investigación de La Red, que entre julio de 2017 y agosto de 2018 cerca de 12 mil ex conscriptos entregaron declaraciones sobre crímenes cometidos durante la dictadura militar del genocida Augusto Pinochet.
Con los relatos, los ex conscriptos querían demostrar su calidad de víctimas de la dictadura en tanto fueron obligados a actuar por sus superiores además de sufrir ellos también la violencia de Estado. 129 de ellos están desaparecidos. Los conscriptos buscaban tener acceso a la reparación que el Estado entregó a familiares y víctimas de la dictadura. Esto fue registrado por la funcionaria en sendas mesas de trabajo y un archivo con cerca de 6 mil testimonios.
La información fue recibida por Fríes en su calidad de Subsecretaria de Derechos Humanos durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet. La actual diputada de la coalición de gobierno y pieza fundamental en la campaña a la presidencia de Gabriel Boric simplemente escondió esa información, lo que en rigor la convierte en encubridora de delitos de lesa humanidad.
La vital información sobre estos crímenes estaba destinada a perderse hasta el fin de los tiempos. Pero salió a la luz, por casualidad. Todo sucedió cuando unos ex conscriptos citados a declarar en la causa por la desaparición de tres militantes comunistas fueron conminados a entregar antecedentes por la ministra en visita Paola Plaza.
¿Pero porque tendrían que hablar nuevamente de esto si ya habían entregado esa información por escrito a Fríes en 2017? Y además no eran los únicos que habían entregado la información, sino miles. Así se supo.
Si, 6 mil relatos -en 12 mil carpetas- fueron entregados y contenían información sobre los crímenes cometidos durante la dictadura militar; autores materiales e intelectuales, los lugares donde fueron cometidos y los que fueron testigos de todo aquello.
Esta información nunca fue entregada por Fríes a especialistas vinculados a la persecución de los crímenes, ni a los abogados ni a la justicia. Y mucho menos a las centenares de familias de detenidos desaparecidos, fusilados y torturados que hasta el día de hoy enfrentan la cortina de silencio impuesta por la obediencia debida y la complicidad de los sucesivos gobiernos “democráticos” para “cerrar las heridas”.
La investigación añade que el 8 de marzo de 2018, tres días antes de que finalizara el mandato de Bachelet, desde la Subsecretaría “rubricaron” (o sea, le dieron vida oficial) a un ambiguo documento en el que se dejaba constancia de la existencia de estos testimonios. Fríes se guardó las espaldas y la información. El documento, de 27 páginas, se elaboró con una muestra aleatoria de tan solo 200 testimonios, de los casi 6 mil existentes.
EL documento que Fríes redactó, junto a su equipo más cercano -cuenta La Red- pone el énfasis en la principal demanda de los ex conscriptos y muy tangencialmente sobre la calidad judicial de los relatos con información sobre los crímenes de lesa humanidad.
El informe “se propone describir los patrones más frecuentes identificados de acuerdo a los testimonios individuales de esos casi seis mil ex soldados. Asimismo, como segundo objetivo plantea que se proponen establecer “lineamientos generales para ofrecer una respuesta desde el Estado”.
Y asegurando que “la gran mayoría de los testimonios recibidos por la Subsecretaría de Derechos Humanos son testimonios que denuncian hechos padecidos por el ex conscripto que suscribe el relato. No obstante, en algunos casos se reconoce participación en la custodia de prisioneros ,allanamientos, detenciones, así como en la perpetración de graves violaciones de los derechos humanos”.
Es curioso, por no decir criminal, que sobre este ambiguo informe -rubricado por Fríes días antes de dejar su cargo- ninguna autoridad política durante el gobierno de Piñera ni del actual -porque también Haydé Oberreuter actual subsecretaria de DDHH supo de su existencia- se haya referido, o al menos molestado en averiguar si en el testimonio de 6 mil conscriptos se encontraría algo de la tan necesaria verdad para las miles de familias que al día de hoy viven el dolor que dejó en sus vidas la barbarie cometida contra sus seres queridos.
Nelson Caucoto, abogado de derechos humanos, sobre este archivo oculto señaló : “me parece grave que haya estado la posibilidad de que estos antecedentes hayan sido conocidos por tribunales, cuando estamos en medio de los juicios y que esto no ocurriera. Acceder a información de 6 mil conscriptos, es algo que ni los propios tribunales han logrado en todos estos años… gran parte de la verdad está en el segmento de los conscriptos”.