Hay una definición política que ningún partido, ningún candidato a un cargo público, puede obviar: los presos políticos del levantamiento popular. En esta materia, el oportunismo es inmoral. Quién crea que se puede obviar esta cuestión, deberá tener en cuenta que, si no hoy, mañana, se le exigirán responsabilidades.
La gente de la José María Caro es muy buena onda, pero de cocina no sabe nada. Gastaron una docena de huevos en José Antonio Kast, hasta que, por la agitación y el calor del momento, quedó hecho tortilla. Pero ¿quién querría comer algo así?
La candidatura presidencial de la “izquierda” se asemeja, con cada hora que pasa, a un pollo desplumado. Sin presión, Boric y compañía se derechizaron tanto que, cuando les surge la necesidad, no tienen nada más que ofrecer. Una pequeña diferencia, de 150 mil votos, en primera vuelta bastó para provocar la bancarrota política del progresismo liberal.
Si usted, estimado lector, querida lectora, justo no tiene tiempo para leer el artículo o el tema le parece tedioso, se lo resumimos aquí: en todo, pero especialmente en aritmética.
Los comicios presidenciales terminaron en un virtual empate entre las dos alas del régimen. Los candidatos que pasarán a segunda vuelta lograron apenas un cuarto de los votos. La abstención, nuevamente, rondó en torno a la mitad del electorado. Queda claro que, bajo las reglas del régimen, no se pueden lograr cambios.
A pesar de ir sola como independiente, Fabiola Campillai Rojas ha vencido a todos los partidos del régimen. Hoy es senadora. Su victoria la festeja en Plaza Dignidad junto a su pueblo.
Una vez finalizados las votaciones, podemos darnos cuenta fehacientemente de que sigue la incómoda yunta de presidenciables para la segunda vuelta. Muchos pensaban que uno de los candidatos podía desmarcarse del otro y, de esta manera, marcar una diferencia. No fue así.
En estas elecciones que vienen, muchos de los candidatos ocultan a qué partido político representan y tratan de sumarse a las demandas de las personas, tratan de engañarlas descaradamente como lo han hecho por décadas. Ahora todos son “independientes”, pero como se vio en las votaciones de los constituyentes, después mostraron verdaderamente lo que eran.
El escándalo de Karina Oliva y el partido Comunes con las súper-asesorías golpea directamente a los demás partidos que respaldan a Boric. Por eso, dejaron caer a la candidata como si fuera un fierro caliente. Incluso, convirtieron su desesperación en una virtud: nadie es tan rápido en abandonar a sus camaradas, cuando son pillados, dijeron. Pero en vísperas de las elecciones, “alguien” aprovechó la situación para mandar un pequeño mensaje.
Los trabajadores del metal en el puerto de Cádiz, en el sur de España, llevan cinco días en movilización contra los patrones y un aumento de sueldo miserable. Las cifras de los sindicatos metalúrgicos cifran en 98% el porcentaje de trabajadores que se han sumado a la huelga, muy lejos del mezquino 15% que han definido los patrones. Como sea, la movilización es real y ha ido sumando adeptos a lo largo de la semana. Cortes de ruta, bloqueo de los accesos al puerto y hasta incluso avances al centro de la ciudad, han marcado los días de movilización.
Terminado el segundo mandato de Michelle Bachelet, maltrecho y débil, era nuevamente la hora de la derecha y Piñera. Y no es que, en ese momento, alguien realmente se opusiera. Pero no se imaginaron qué debería enfrentar este gobierno.
El 9 de julio del 2021, en el fundo Santa Ana Tres Palos, un joven es herido en el brazo. Estaba de rodillas y con la cabeza gacha. Un funcionario del Estado se acerca, le pone el cañón de la escopeta en la cabeza y dispara. Había muerto Pablo Marchant.
A sólo unas semanas de su cumpleaños número 18, Víctor Montenegro contactó a REVOLUCIÓN para concretar una entrevista. Lo que vimos en él, es lo mismo que día a día vemos en los jóvenes de nuestro pueblo. Coraje, valentía, arrojo y fuerza. Conocimos los sueños y anhelos de un joven que se organiza y que confía en el pueblo. Pero también vimos a un muchacho de los nuestros que ha debido enfrentarse cara a cara con la injusticia y el abuso policial. Un joven que ha sido perseguido, violentado y amedrentado una y otra vez. Aún así los agentes del Estado no lo han podido doblegar.
Lo estuvieron inflando hasta casi reventar y, sin decir agua va, lo abandonan. A cuatro días de la elección, la derecha se olvidó de Kast. Y en la “izquierda” las cosas tampoco van muy bien que digamos… aunque para algunos sí, porque están ganando harta plata.