
¿Y qué pasó con el fascismo?
¡Eso sí que fue fácil! Si al fascismo histórico se le venció con una guerra mundial y la resistencia popular armada, en Chile basta, por lo visto, con un lápiz Bic. Parece que ya nadie recuerda que se estaba jugando la vida contra un enemigo que quería exterminarlos o, al menos, instaurar un régimen de terror en contra del pueblo.