Cali vivió una noche de represión luego que los movilizados trataran de recuperar el “Paso del Comercio”. La barricada fue “limpiada” ayer por 500 efectivos armados. El desalojo es prioridad pues Paso del Comercio es uno de los principales puntos para el tránsito de “las riquezas del país”. Hubo dos muertos, numerosas denuncias de ataques de civiles armados, detenciones ilegales, la desaparición de un joven y de un policía. Así se cobra el régimen cuando el pueblo “se monta en el indio”.
La Fiscalía General de Colombia le leyó la cartilla a Duque sobre cuáles serán las reglas que guiarán a la institución respecto de los hechos que investigue en el marco de las movilizaciones sociales en el país. El documento destaca la protección de la protesta social y expone los lineamientos para investigar los “delitos”, reiterando que la protesta pacífica no puede ser objeto de persecución penal.
El domingo 6 es la segunda vuelta de las votaciones presidenciales, donde Pedro Castillo podría ser electo presidente del Perú. Todo esto pese a la campaña de la derecha que quiere un país libre de comunismo.
Necesitó 500 policías armados hasta los dientes, helicópteros, gases y detonaciones para desbloquear el “Paso del Comercio” en Cali, Valle del Cauca. Anoche llevaron adelante la operación. Detuvieron gente, por supuesto reprimieron, recogieron los escombros y aquí no ha pasado nada. La posibilidad de una interlocución útil con el Comité del Paro se aleja. Duque perdió la paciencia y tiró la caballería encima. Se abre otro camino, menos previsible, para el régimen y certero para el pueblo colombiano.
Duque quiere apostar al desgaste luego de un mes y días de paro nacional en Colombia. Sí, es que ha demostrado no tener capacidad para otra cosas que dejarle al tiempo, lo que el tiempo pueda hacer. El problema es que le puede salir el tiro por la culata. Hasta hoy, el mandatario tiene la suerte de contar con un interlocutor dispuesto a dialogar: el Comité Nacional del Paro. Pero Duque, como apostador de póker, apuesta, pero no apuesta bien. Ahora salió con que los bloqueos no son moneda de cambio para una negociación. Hace una semana lo eran. Así las cosas, el arma de Duque apunta a sus pies.
A una nueva jornada de movilizaciones convocó el Comité Nacional del Paro para este 2 de junio y nuevamente las calles se poblaron. Se siente el paso de los días, pero también la decisión del pueblo colombiano de continuar. Las movilizaciones sumaron nuevos puntos de concentración.
Fue un giro inesperado. En un acuerdo firmado por la mayoría de los partidos de oposición, en Israel se podría formar un gobierno que va desde la ultraderecha racista hasta un partido islamista. La coalición dejaría fuera del poder a Binyamin Netanyahu, quien, así, podría tener que enfrentarse a la justicia por las acusaciones de corrupción en su contra.
En Colombia, en medio de las protestas contra el régimen apareció muerto quemado un joven de 16 años, llamado Daniel Stiven Sánchez. Según la policía, en un negocio quemado por “delincuentes” apareció el cuerpo, y ellos no saben nada. Según testigos, la policía se lo llevó inconsciente en una tanqueta. Esto nos recuerda a los muertos en Chile, en las mismas circunstancias y que la justicia ha dejado de investigar.
Que si no bajaban los bloqueos no había diálogo. Bueno, el Comité del Paro logró “desescalar” 40 “puntos de resistencia”, es decir, bajar 40 cortes de ruta. Ahora le toca a Duque. Por su bien, que la cosa avance, hay un pueblo al acecho. Y como era de esperar, la Cámara de Diputados le salvó, por goleada, el pellejo a su Ministro de Defensa.
Sí, el negocio debe continuar. Que Brasil tenga una de las más altas cifras de contagios y de muertos en el mundo, ¡las huinchas! el show debe continuar. Sí, está decidido, la Copa América se celebrará allí. Está oleado y sacramentado. Un senador carioca le pidió a Neymar por favor ¡que no vaya! Así estamos.
Acorralado por el pueblo que no ceja en las calles del país, el presidente Iván Duque emitió hoy un decreto para aumentar la presencia del ejército en el Valle del Cauca. El territorio ha sido escenario, desde que comenzó el paro, de la más dura resistencia popular. Con la connivencia de las autoridades locales, Duque lanza así al ejército contra el pueblo.
Miles de manifestantes se reunieron en las distintas ciudades de Brasil, para manifestarse contra el presidente Jair Bolsonaro, pedían acelerar el proceso de vacunación y el juicio político al mandatario.
Esta jornada en Colombia no es distinta de las demás, a un mes de movilizaciones el pueblo colombiano sigue sin soltar la calle y la represión no suelta el garrote. Nuevamente se registraron duros incidentes en Bogotá. Y en Cali, al menos tres personas fueron asesinadas luego de que un funcionario del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía Nacional de Colombia, disparara contra la multitud en una barricada. El funcionario fue detenido por la gente y linchado. Así las cosas, la situación recrudece ante la mirada atónita e inoperante de sus gobernantes.
Ante una crisis que no se detiene, un pueblo que avanza, el régimen no ha entendido nada. Hoy el senado colombiano desestimó una moción de censura contra el ministro de defensa, Diego Molano, responsable político de la crisis de derechos humanos por la que atraviesa el país.