En contra de los pronósticos, Donald Trump logró imponerse en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. No sólo superó a Kamala Harris en el colegio electoral, sino que, además obtuvo una mayoría de los votos a nivel nacional. Su futuro gobierno promoverá, si es posible, más caos y una profundización de la crisis mundial. Pero eso no habría sido muy diferente con Harris.
Luego de una campaña de atentados terroristas, asesinatos y bombardeos aéreos en contra de la población civil, Israel informó de una invasión terrestre “limitada” en el sur del Líbano. Se extiende así el arco de las guerras imperialistas en el mundo. Ese proceso mortífero no se detendrá, mientras no se termine con un sistema que lleva la guerra y la muerte en sus entrañas.
Dos meses después de las elecciones y el intento de golpe en Venezuela, importantes sectores de la oposición tiran la toalla. El autoproclamado “presidente electo” Edmundo González negoció con el gobierno de Maduro su salida a España. El desenlace de esta trama demuestra que, desde un comienzo, las alegaciones de fraude electoral eran sólo el pretexto para provocar un golpe.
Los “demócratas” -los “puros”, “de primera hora” y los “occidentales”- ya recibieron su notificación. El estado venezolano cerró la controversia de las elecciones presidenciales con un fallo del Tribunal Supremo de Justicia. Ahora, la lucha por el poder deberá manifestarse con su verdadero contenido.
Dos semanas después de las elecciones presidenciales venezolanas, la campaña para otorgarle el triunfo al candidato vicario de la oposición va perdiendo fuerza… y foco. La propuesta pública de Brasil, de un “gobierno de coalición” con el chavismo o nuevas elecciones bajo supervisión extranjera, fue furibundamente rechazada. La conclusión de todo esto es simple: Maduro no se va.
La gran cruzada por la “democracia” en Venezuela partió como caballo inglés, sólo para volver a su acostumbrada existencia de mula de carga. Los partidos opositores comienzan, cuidadosamente, a separarse de Machado, quien ahora quiere “negociar”, debido a la falta de entusiasmo y energía golpista en Washington.
La guerra de nervios en Venezuela ya tiene, si se quiere, su desenlace. Luego de apoyar al rol de Brasil en la búsqueda de una salida negociada a la disputa política, Washington tiró el mantel y declaró, por sí y ante sí, a Edmundo González, el candidato títere de la derecha venezolana, como el “ganador oficial” de las elecciones. Si tan sólo fuera tan simple.
Nicolás Maduro se impuso en las presidenciales en Venezuela. La oposición denuncia un fraude. Como contexto: ya son 31 elecciones desde la victoria de Hugo Chávez en 1999 en que este patrón se ha repetido, con sólo dos o tres excepciones: los comicios en que, justamente, la oposición logró vencer al chavismo. Ahora, la disputa política se traslada a la agitación en las calles, las presiones internacionales y… las negociaciones.
Dos personas murieron en un intento de asesinato al ex presidente Donald Trump durante un acto de campaña. La mayor democracia brinda al mundo una nueva lección de la salud de sus instituciones.
Así es la Eurocopa. Se juega a varios equipos. En la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, el “cordón sanitario” y el “frente republicano” en contra del partido de Le Pen funcionó a la perfección. En vez de lograr una mayoría absoluta, la ultraderecha quedó en el tercer lugar. La izquierda deberá ahora formar un gobierno que dependerá, sin embargo, de los deseos y decisiones del presidente Macron.
De azul a rojo, para ser más precisos. Luego de una década y media de desastres, finalmente los ‘tories’ dejan el poder. En su reemplazo, asumirá, con una cómoda mayoría, el Partido Laborista que ya prometió que continuará las políticas ruinosas de los conservadores.
A puro aguante, Julian Assange, el fundador de Wiki Leaks, conquistó su libertad luego de más de una década de persecución, encierro, calumnias y traiciones. La administración Biden le impuso un último suplicio: debió declarase culpable del delito de “espionaje”. Es el término que el imperialismo usa para designar… a la verdad.
En sólo tres horas, se derrumbó, con pena y sin gloria, la intentona golpista del general Juan José Zúñiga en Bolivia. El pueblo expulsó a los golpistas de la plaza Murillo de La Paz y el gobierno nombró un nuevo alto mando de las Fuerzas Armadas. Zúñiga fue detenido. Sin embargo, todo indica que esto fue sólo una prueba. Si el pueblo se confía de su rápido éxito y no toma las riendas de la situación, habrá un nuevo golpe… y esta vez en serio.
Como un encuentro “por la paz” fue presentada la cumbre que ratificó los postulados de la OTAN sobre la guerra entre Ucrania y Rusia. Al final, seguirá la guerra.