La convención constitucional aprobó por 105 votos a favor, 34 en contra y 10 abstenciones una declaración que pide acelerar tramitación de la ley de indulto que se ve en el Congreso y solicita incorporar a los presos políticos mapuche.
La Convención Constitucional ya cumple algunos días de funcionamiento y se van clarificando las posiciones políticas de los convencionales, sobre todo de los que están bajo el alero de la ex Concertación.
El gobierno hizo hoy la varias veces postergada presentación de su nuevo plan “Paso a Paso”. No se atrevió a seguir la presión de la derecha que pedía “más libertades” e ignoró por completo la propuesta del Colegio Médico o, de hecho, todas las advertencias racionales que se le han hecho.
Hoy el pueblo acompañó a Luisa Toledo. Fueron cientos los que se hicieron presente en la población durante el velorio. Miles los que siguieron el cortejo, desde su barrio, en Villa Francia, hasta el cementerio General, en Recoleta donde otros miles, la esperaban. Y una vez más, de manera cobarde Carabineros y la PDI provocó y reprimió a quienes acompañaron con dolor el féretro de la madre de los hermanos Vergara Toledo asesinados en dictadura.
Los conocidos como “ratis” o “tiras”, Investigaciones o PDI, se pusieron nerviosos al paso del cortejo fúnebre de Luisa Toledo y le dispararon al rostro de un fotógrafo.
Temprano por la mañana, abrieron los torniquetes para que la gente pasara al Metro en la Estación Las Rejas. Así comenzaron los trabajadores del Metro la movilización anunciada hace algunos días por el no pago de un bono comprometido por la gerencia.
Una sesión entera ocupó la convención constitucional en resolver dos asuntos administrativos que no eran controvertidos. Y los hizo sólo en general: ampliar la mesa directiva y establecer unas comisiones de trabajo. La promesa de exigir la liberación de los presos políticos quedó nuevamente aplazada.
Piñera designa a Catalina Parot como nueva secretaria ejecutiva de la Convención. “Premio de consuelo”, dijeron a coro desde la galería. Ella, vestida de púrpura para la ocasión dijo: “No sé si esto es un premio de consuelo o no. Yo lo asumo como un inmenso desafío y un trabajo por mi país”. Sí claro, como no.
El martes 6 de julio falleció Luisa Toledo Sepúlveda, una incansable luchadora por el legado de la lucha de sus hijos Rafael, Eduardo y Pablo asesinados por la dictadura militar.
La movilización que iniciaron ayer los pobladores y trabajadores de Laraquete interrumpió el tránsito con tres cortes de ruta en la comuna de Arauco. Denuncian precariedad laboral, que su territorio se ha convertido en zona de sacrificio, que no hay terrenos para construir viviendas y que han sido amedrentados para que hagan desalojo de las tomas en los han sido obligados a vivir.
En 2017 salieron a la calle para protestar por sus viviendas. En ese entonces eran 50 familias, hoy en la mañana muy temprano, salieron 150. El problema sigue siendo el mismo, sin resolverse: la calidad de sus viviendas. En el modelo chileno, la constructora una vez hechas las casas, se desaparece, el Ministerio endosa la responsabilidad a la empresa. Así nadie se hace responsable, el peloteo que le dicen. Si la cosa se pone peluá, el Estado aparece, para reprimir.
Trabajadores y pobladores de Laraquete, localidad situada al norte de la ciudad de Arauco, en la Región del Biobío, se tomaron este lunes una ruta en protesta por las amenazas de desalojo de sus viviendas. Los pobladores viven en tomas de terreno, resultado de un paulatino proceso de desalojo de sus territorios por la expansión e industrialización voraz de Celulosa Arauco, del grupo Matte, que tiene el 50% de propiedad del territorio.
Fracasó la primera sesión de trabajo de la convención constitucional. En ella, se iba a tratar la situación de los presos políticos. Los encargados del gobierno no habían hecho las instalaciones necesarias para que se pudiera sesionar conforme a las restricciones sanitarias. ¿Negligencia o sabotaje? Al final, es lo mismo: la ineptitud de este gobierno es, en sí misma, un crimen.
La convención constitucional asumió sus labores en medio de la represión policial, las evocaciones a las culturas de los pueblos indígenas, la irrelevancia del gobierno y de la derecha, las ambiciones políticas y el peso del deber de responder a la voluntad popular. En su primer día mostró que esa carga es abrumadora.