Sí, como da Vinci o Edison, sólo que enfocado en robar. Domingo Prieto, mano derecha y amigo del ex alcalde de Vitacura, RN Raúl Torrealba, reveló que Felipe Guevara, ex intendente de la RM, fue el sagaz inventor del método con el que el aristócrata desviaba fondos desde las Corporaciones Municipales a sus cuentas bancarias. ¡Brillante!
A sólo días de Navidad y frente a la crisis económica que acecha a nuestro pueblo, organizaciones políticas, territoriales, estudiantiles y de trabajadores protestan contra las alzas y por una navidad digna para el pueblo en el Mall del Centro de Concepción.
Ricardo Delgado, Ernesto Llaitul y Esteban Henríquez se encuentran hace casi cuatro meses en prisión preventiva -y 24 días en huelga de hambre- a pesar de que el juzgado de Garantía de Los Ángeles, al momento de la detención, decretó prisión preventiva por 2 meses para los comuneros, en el marco de una investigación que se lleva a cabo hace más de un año.
En la combativa población de Lorenzo Arenas de Concepción se celebró el pasado viernes el aniversario número cuarenta del Movimiento Juvenil Lautaro.
Fajos con billetes escondidos en las paredes. Así de tanta plata robó el pituco Raúl Torrealba, ex alcalde de Vitacura, mientras fue edil de ese municipio. Este es parte de los antecedentes que la fiscalía filtró a través de un diario, para conocimiento público.
Primero, los designados constitucionales iban a realizar su tarea gratis, como “servicio a Chile”, según el presidente de la Cámara de Diputados. Pero la -hipotética- generosidad cívica sólo duró pocas horas. Boric decretó que había que pagarles, porque, de lo contrario, “sólo ricos y quienes tengan mecenas” podrían dedicarse a esas altas labores. El chiste se cuenta solo.
Un extraño silencio cubre a la izquierda oficialista luego del acuerdo de los partidos del régimen sobre una nueva farsa constitucional. O no dicen nada o emiten unos murmullos en que, básicamente, mienten como marineros. Por eso, cuando alguien, solitariamente, alza la voz, habrá que destacarlo.
Luego de tres meses, los jefes de los partidos políticos del régimen presentan el resultado de sus esfuerzos. Su “gran acuerdo nacional” es un engendro que refleja todo lo que ellos son: corruptos, ineptos, anti-democráticos, y poseídos de un profundo miedo al pueblo.
Eso creen. Que mientras más vueltas se den, más propuestas truchas tengan, más negocios a puerta cerrada, más confundidos estaremos, lo suficiente para que ellos pasen su gol. Que tiene que ser 100% electa, ¡no! que tiene que ser con los sabios de la tribu, ¡no! que haya escaños para las mujeres y los indígenas. Nos tiene sin cuidado su cocina, señores: por estos lados, tenemos un horno industrial.
En el fondo del mar suceden hechos políticos trascendentes: un grupo quiere usurpar el poder de todos los peces. Dicen que ellos son los mandados a gobernar. Lo único que tienen que hacer es obedecer.
Y no digan que no les avisamos con la suficiente antelación. El gran acuerdo constitucional de los partidos del régimen es un reflejo fiel de sus autores: podrido, fracasado, corrupto… y ridículo. No es que eso sea novedad, tampoco.
En el acto de develamiento de una estatua de Patricio Aylwin frente a La Moneda, los dirigentes del régimen hicieron una exhibición de sus miserias -intelectuales, políticas y morales- y presentaron ese espectáculo como un “acto republicano”.
Porque hay que ser muy penca para cerrar un trato con la derecha para nombrar al más corrupto de los fiscales como jefe del Ministerio Público y que esos mismos senadores, igual de ladrones y vendidos, te lo rechacen con el argumento de que el candidato es demasiado indecente.
Parece ser que no sólo la oportunidad hace al ladrón, como hemos escuchado cientos de veces de mano de la sabiduría popular. Puede ser también al revés. Todo tipo de corruptos se hacen de sus propias oportunidades.