Las grandes potencias occidentales se superan en condenas a la invasión rusa a Ucrania. Y muchos países dependientes les siguen la corriente, expresando su indignación. México hizo un pequeño contrapunto que debe ser considerado.
El ataque ruso sobre la infraestructura militar de Ucrania tuvo, en su primera fase, un efecto devastador sobre el régimen de Kiev. La acción militar fue tan fulminante que sorprendió a las defensas ucranianas y a las potencias occidentales, a pesar de las continuas advertencias de una “invasión inminente” proferidas por Washington.
La imagen de la guerra, con razón, provoca horror. Pero su destrucción y crueldad no son accidentes o “retrocesos de la civilización”, sino parte integral de un mundo marcado por conflictos y choques de intereses. Quien quiera acabar con las guerras, deberá comprender qué factores las provocan y luchar por suprimir sus causas.
El mundo reaccionó con pavor ante la aplastante operación militar ejecutada por Rusia contra Ucrania, pues se realizaba en pleno territorio europeo y no en el tercer mundo, campo propio de las guerras de las potencias del mundo occidental.
La decisión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de reconocer las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk como naciones soberanas, descolocó a Estados Unidos. La respuesta de Washington a esa sorpresa es escalar aún más el conflicto.
Está en marcha la guerra en Ucrania, bombardeos y sabotajes a las repúblicas separatistas anticipan el posible paso del régimen ucraniano, que trata de involucrar en el conflicto a Rusia.
Un par de mexicanos hackearon el audio-guía del museo etnográfico de Viena para contar la verdad sobre cómo llegó el Penacho de Moctezuma, emperador azteca, al museo europeo. Una pieza robada como tantas otras, por los colonizadores durante el proceso de saqueo en América Latina.
Cada día, las amenazas bélicas en Ucrania se incrementan. En un incesante martilleo, Estados Unidos aumenta las tensiones, en su afán de obligar a Rusia a cesiones políticas. Sin embargo, de la amenaza a la guerra real, hay sólo un paso.
Amnistía Internacional publicó esta semana un informe donde “acusó al régimen de Israel de aplicar un apartheid contra los palestinos”.
La modalidad para desestabilizar a Venezuela desde Colombia fue desbaratada. Este pasado viernes el gobierno venezolano anunció el desmantelamiento de una red de narcotráfico que operaba en los estados de Zulia y Falcón (oeste). El paquete venía de Colombia.