En los próximos días debería comenzar la segunda etapa de la operación militar especial de Rusia. Enfrenta la propaganda occidental y el discurso triunfalista de Kiev, un continuo flujo de armas hacia Ucrania y la opción estratégica de Estados Unidos de convertir la guerra actual en un conflicto indefinido y extenso.
La primera etapa de la operación militar especial rusa sobre territorio ucraniano no fue ajena a críticas de parte de los expertos castrenses. Ahora, antes de recorrer su segundo tramo, se nombraron nuevos mandos, que deberán resolver los problemas en la ejecución táctica de la operación.
La Asamblea General de las Naciones Unidas suspendió a Rusia del Consejo de Derechos Humanos. Llama la atención de los regímenes sudamericanos que siguen al pie de la letra los dictados de Estados Unidos y Europa.
Perú lleva años en una crisis política. Las diversas fórmulas que se han implementado no han podido suprimir la inestabilidad de los gobiernos que han pasado por la casa de Pizarro.
En la medida en que la operación en torno a Mariupol se acerca a su conclusión, se vuelven más insistentes los llamados occidentales a establecer corredores humanitarios. Ese propósito, aparentemente loable, va a acompañado de una condición perentoria: que no exista ninguna supervisión de las fuerzas rusas. ¿Por qué será?
La primera gran huelga del año en Grecia. Los trabajadores marcharon por el alza de los precios y para exigir aumentos salariales. Allá también se ha disparado la inflación. El precio de los alimentos, de la energía y los combustibles. El gobierno se niega a bajar los impuestos. Los trabajadores paran.
Las guerras no sólo se libran con cañones, proyectiles y pólvora. Palabras, imágenes y relatos también forman parte del arsenal. Y en el caso de Ucrania, la propaganda es su arma más potente o, al menos, necesaria para mantener el apoyo financiero y militar de las potencias occidentales. Así lo demuestran las últimas acusaciones de masacres en la localidad de Bucha.
La primera etapa de su operación militar especial, según los rusos, se cumplió. Está en marcha la segunda etapa. Su objetivo es destruir los bastiones de tropas ucranianas en diversos sectores del país.
La propaganda ucraniana y occidental muestra la guerra como similar a las películas, donde grupos de soldados se enfrentan a otros con fusiles y lanzacohetes. Para los crédulos de Hollywood: la realidad no es así.
Cualquier guerra, aún la más pequeña, deja un saldo de muertes en su camino. Pero también es una demostración de quiénes la llevan con una crueldad especial, destinada a aterrorizar.