Las elecciones fueron el 6 de junio. Más de un mes después y a pocos días de la fecha de asunción, el Jurado Nacional de Elecciones de Perú proclamó al profesor Pedro Castillo como ganador. El ahora oficialmente presidente electo asume debilitado tras la prolongada guerra de desgaste a la que le sometieron la ultraderecha fujimorista y el régimen.
Guantánamo sigue ahí. Un territorio convertido en noche para castigar sin justicia, sin razón, con crueldad. En el mundo, reina la indiferencia de los gobiernos y sus instituciones para la paz y los derechos humanos. Hoy, un hombre ha sido devuelto a Marruecos luego de estar secuestrado durante 19 años, sin juicio, sin cargos. Aun quedan 35 personas en ese infierno: en las fauces del imperio.
Una investigación periodística mostró cómo decenas de miles de personas en el mundo -dirigentes sociales y políticos, periodistas, políticos, empresarios e incluso jefes de gobierno y de Estado- están sometidos a una completa vigilancia cibernética. El sistema es manejado por una empresa israelí, NSO, que también tiene nexos en Chile.
Este martes 20 de julio Colombia celebra el bicentenario de su independencia. Este 20 de julio el pueblo colombiano volverá a las calles, para exigir la independencia y dignidad negada por las clases dominantes y sus secuaces durante estos lustros indignos. El gobierno se prepara con toques de queda, cierre de fronteras, despliegue policial y militar. Tiemblan ante el pueblo decidido.
Nuevamente, porque es necesario, el pueblo cubano salió a defender la revolución. En otra jornada que será histórica llenaron el Malecón. Se estima que acudieron unos 100 mil para decir que la revolución está viva, que es del pueblo, que Cuba es de todos.
No está siempre, sino sólo en los momentos precisos. Cuando se le necesita, aparece. Es el inefable mister Vivanco, funcionario de Human Rights Watch, una ONG de defensa de los derechos humanos que, en América Latina, define “derechos” y “humanos” de un modo muy especial.
Suman y siguen los numeritos del preferido de Washington en Venezuela. Ahora, desde los mismos United States lo expusieron como el trucho que es él, Juan Guaidó, presidente de pacotilla de Venezuela. Los gringos le pasaron 507 millones de dólares para ayuda humanitaria y solo ha rendido un 2%. Del resto, quién sabe.
Las revoluciones tienen símbolos y, también, tienen ciertas reglas. El 14 de julio se celebra, sobre todo, un símbolo: la toma de la Bastilla en 1789 en París, el inicio de la revolución francesa. Pocos se fijan en esas reglas que se pueden vislumbrar en la acción popular.
“Nos fuimos todos” fue el aviso que los trabajadores de un Burger King en la ciudad de Lincoln, Nebraska, Estados Unidos, dejaron a los consumidores. Los trabajadores denunciaron que trabajaban hasta 60 horas a la semana y que no contaban con aire acondicionado en la cocina, en una época en que la temperatura en el exterior se eleva sobre los 30º.
Las manifestaciones en contra del Estado cubano muestran la misma matriz que está implícita en los levantamientos que orquesta la CIA. La rápida ofensiva popular ante estas maquinaciones nos habla de un pueblo cubano que derrocha dignidad.
El ex presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, fue condenado a 15 meses de prisión por negarse a cooperar en las investigaciones sobre la corrupción durante su gobierno. Esto desencadenó una ola de protestas que se extendieron a Johannesburgo, la capital del país.
Una serie de protestas en diversos puntos de Cuba atizó una campaña internacional que pretende mostrar manifestaciones como un “estallido social”. Hay motivos para descontento: la situación económica se ha deteriorado con la pandemia y con la agudización de las medidas de bloqueo. Pero los intentos de encauzarlo hacia una contrarrevolución, ahora vestida con tintes “ciudadanos” o “sociales”, enfrentará a un pueblo consciente y unido.
Es la tónica en América Latina, el asesinato de dirigentes sociales y ambientales. Le sucedió a Marielle Franco, concejala y activista por los derechos de los afrodescendientes y feminista, en 2018.
Tras 20 años de investigaciones y búsqueda de justicia, finalmente fueron condenados a cadena perpetua 11 militares uruguayos y tres chilenos por su actuación en el Plan Cóndor, que coordinó a diversos países del Cono Sur para la represión y desaparición de opositores a las dictaduras latinoamericanas. La sentencia no se dio ni en Chile, ni en Uruguay. La dictó la Corte Suprema Italiana.