El gobierno puso “suma urgencia” a la tramitación del proyecto de indulto general o amnistía a los presos políticos. La propuesta, que ya había quedado completamente desdibujada en las negociaciones en el Senado, busca “dar señales” y “sanar las heridas”. El trasfondo de la maniobra, sin embargo, es un juego político de los partidos. Como siempre.
¡Qué pesados! Es broma, por supuesto. Porque en la convención constitucional está “todo pasando”. La pregunta es ¿qué, exactamente? Ante las dudas, sectores del régimen buscan maneras de cerrar el proceso.
Mientras el gobierno ordena reprimir las manifestaciones en Plaza Dignidad que exigen la liberación de los presos políticos, se comprueba que sus “gestos”, como retirar una parte de las querellas por Ley de Seguridad del Estado, son sólo un juego cínico.
En el marco de un seminario organizado por una trasnacional del mercado financiero – la compañía de seguros Sura- la flamante subsecretaria de Hacienda, Claudia Sanhueza señaló que hay que “recuperar la legitimidad del sistema”, refiriéndose al sistema de pensiones y al 5to retiro.
Como bola de nieve. Comenzó con un scrash que realizaron alumnas de un liceo público de Providencia denunciando a un grupo de estudiantes del liceo Lastarria que se distribuían imágenes de las niñas y que se estaban organizando para actuar como “Manada” y abusarlas sexualmente. Las niñas salieron hoy a marchar para decir :¡basta!
La incursión de la ministra del Interior, Izkia Siches, en tierras mapuche terminó en un “confuso incidente”. La pretensión del nuevo gobierno de mantener la acción del aparato represivo y, al mismo tiempo, ofrecer un “diálogo con todos los sectores” es una receta destinada al fracaso y a profundizar la militarización.
Sí, los milicos estaban comprando repuestos falsificados. Aduana habría informado en su momento que durante 2020 una empresa proveedora del Ejército estaba ingresando repuestos truchos desde Panamá por un monto cercano a los $13 mil dólares.
En Concepción, día 1 del gobierno de Boric, diversas organizaciones de secundarios, trabajadores y pobladores marcharon por la libertad de los presos, contra las alzas y por todas las demandas del pueblo. Mientras el flamante presidente daba su discurso, los pacos salieron a cazar manifestantes, a la usanza de los meses del levantamiento popular.
Nanai, se pegó en la cabecita y no podrá asistir al inicio del juicio oral en que se lo acusa de ladrón. Esa es la excusa que presentó el ex comandante en jefe de los valientes soldados, Juan Miguel Fuente Alba. Para robar sí tienen agallas.
El gran momento del cambio de mando será el mejor de todos los que que vivirá el gobierno de Gabriel Boric. Demasiado pobres son sus recursos, demasiado débil es su conformación interna, demasiado adversas las circunstancias que enfrenta. Es deseable que cobre rápidamente conciencia de su condición y no pretenda erigirse en una barrera al avance del pueblo.
Un mochilazo para recibir a Boric. Fue un centenar de estudiantes secundarios los que acudieron al Mochilazo convocado por el SER (Secundarios en Rebeldía) a medio día en la Estación Baquedano, Plaza Dignidad. Allí y en diversos puntos de la capital y en otros puntos del país, durante todo el día marchó y fue reprimido el pueblo.
Con marraqueta llegó la salida de Sebastián Piraña. Hoy, 11 de marzo, cuando Piraña entregaba el mando, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago fijaba audiencia para debatir su formalización por violaciones a los derechos humanos durante el levantamiento popular de octubre de 2019. Temen que se fugue, como cuando se robó el Banco de Talca.
Al igual que en diversos lugares del país, salimos a la calle. Por un sentimiento que une, por las demandas de nuestro pueblo, por los presos, Por justicia para los mutilados y asesinados, por cambiarlo todo.
Viernes 11 de marzo, a las 18:00 horas en la Pinacoteca de la UdeC.
El nuevo gobierno, en vísperas de su asunción, anunció que retiraría querellas por Ley de Seguridad del Estado en el contexto del levantamiento popular de 2019. La medida busca encubrir el verdadero plan de la administración Boric para enfrentar el problema de los presos políticos: que se “resuelva” solo.
