En la hora de la verdad, los fiscales debieron reconocer que no tienen nada en contra de Héctor Llaitul, excepto la decisión del gobierno de perseguirlo políticamente. No hay problema, porque la justicia siempre colabora en ese afán. Pero, igual, desde los aparatos de seguridad decidieron mandar una pequeña advertencia mafiosa a Boric: sí somos autónomos, le dijeron. El presidente obedeció.
Hoy fue jornada de movilizaciones. Los muchachos del Liceo de Aplicación volvieron a salir a las calles desde muy temprano. Les dieron con todo, además de una redada en la que detuvieron, según lo informado, a un muchacho.
Héctor Llaitul, dirigente de la Coordinadora Arauco-Malleco, fue detenido por la PDI como resultado de una escalada represiva ordenada por el gobierno. Esa decisión revela la forma en que la actual administración pretende enfrentar las luchas sociales. Se trata de un camino que terminará en la perdición de sus responsables políticos.
Es la primera huelga en la historia de esta empresa, propiedad del grupo Yarur. Ayer los trabajadores se tomaron el poder. El poder de decir basta de abusos, de condiciones laborales abusivas e indignas. El poder de unirse para acabar con la explotación laboral.
En calidad de imputado fue citado a declarar el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez. La diligencia se enmarca en las causas por delitos de lesa humanidad realizadas por agentes del Estado durante el levantamiento popular de octubre de 2019. El gobierno, responsable de la permanencia de Yáñez al mando de Carabineros, sólo declaró que está “atentos y atentas”.
Están nerviosos y saltones. La obsesión de los partidos del régimen por cerrar un nuevo “acuerdo por la paz” choca con sus temores e ineptitudes. Todos están de acuerdo, pero a la hora de la verdad, siempre hay uno que se jode al otro y todo vuelve a fojas cero. En este capítulo: Carolina Tohá.
La joyita se llama Víctor Toro Leiva. Toro, democratacristiano de tomo y lomo, es ex alcalde de un pueblito llamado San Nicolás, en la región del Ñuble. El perla estafó a varias familias. Les cobraba $50 mil por un proyecto que ya estaba financiado.
Salvador Allende alguna vez dijo que había dos clases de personas: los “jóvenes viejos” y los “viejos jóvenes”. Una distinción que viene al dedillo en estos días.
Los anteriores cuidados y miramientos han quedado atrás. El gobierno deja en evidencia que ha unido su suerte política a la victoria del Rechazo en el plebiscito y a las consiguientes negociaciones con la derecha.
Por fin una medida de Estado para los trabajadores, para el pueblo de Chile. No es el litro de leche para cada niño. Se trata de algo más ambicioso: el pan de cada día, todos los días y con la mejor calidad. Se acabó el problema del alza de los precios, el gobierno se puso los pantalones con un plan nacional de alimentación. ¿Será verdad?
La CUT celebró su aniversario como se debe: con aquel indecible organismo Juan Sutil como invitado de honor. Pocas veces y en pocos países, los sindicatos llegan a ese extremo de sumisión. Pero acá, parece, quieren romper el récord mundial.
Trabajadores y trabajadoras del emblemático liceo valdiviano decidieron irse a paro y luchar por condiciones dignas para trabajar y estudiar.
Una y otra vez. Con o sin cansancio porque si no pa´qué ¿Sino conformarse que en las salas de clases de nuestros hijos haya ratones, comida podrida, frío? Tres días seguidos llevan las familias en la barricada de la ruta 160. Por eso, por la educación.
Ya van en su 7mo día de huelga, en todo el país. La empresa sólo ofreció “un sacrificio por la empresa”, ¡Nanai!, léase pérdida de los beneficios ya adquiridos. En estas circunstancias, la lucha y la unidad de los trabajadores es lo único que cuenta.