Un avión de pasajeros aterrizó en Bielorrusia por una presunta amenaza de bomba. Las autoridades aprovecharon de detener a un opositor al gobierno que viajaba con destino a Lituania. Rápidamente gobiernos y organismos de derechos humanos se solidarizaron y exigieron su liberación.
Las cifras de desapariciones aumentan. El terror del Estado ejercido contra la población no cesa. Adquiere nuevas formas y dimensiones. Pero el pueblo ha comprendido que no hay regreso atrás. Hoy Iván Duque ha dicho que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aún no tiene permiso para entrar. ¿Esperan acaso esconder los muertos bajo la alfombra? Para eso también, ya es demasiado tarde.
A sólo dos semanas de las elecciones presidenciales, una masacre remece al Perú. 14 personas, entre ellas dos niños, fueron asesinados en la localidad selvática de San Miguel del Ene, en el departamento de Junín. El ejército culpó del ataque a una de las facciones provenientes de Sendero Luminoso. Nadie cree en esa versión.
El nuevo presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, reemplaza a Lenín Moreno, un mandatario que es reconocido, no por su altura moral, sino por traiciones políticas, represión y un manejo paupérrimo del gobierno. Los auspicios no son los mejores para el nuevo mandatario, que debe hacer frente a una soterrada crisis social y política y, a una patente crisis económica y sanitaria.
A la renuncia, ayer, del negociador de Iván Duque, Miguel Ceballos, hoy el mandatario sumó el despido del director de la Armada del puerto de Buenaventura, Juan Francisco Herrera. En un claro ejercicio de deliberación el vicealmirante Herrera, con ayuda de la policía y la Esmad, el 19 de mayo pasado, incrementó de nivel 1 a 2 la seguridad del puerto. No es chiste dejar como chaleco de mono el principal puerto de Colombia, hay mucho en juego. Duque lo sacó del cargo.
A Miguel Ceballos no le apetece seguir con la papa caliente en las manos. Las movilizaciones del pueblo colombiano no se han desgastado. Muy por el contrario, cada día se suman con fuerza más organizaciones y territorios en el país. Ya van para el mes de paro.
Se suspende el enfrentamiento en Gaza. El régimen de Israel aceptó un cese de los combates “recíproco, simultáneo y sin condiciones”.
Así como aumenta la fuerza del pueblo en la lucha, también lo hace la creatividad. Hoy el Ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, ha acudido al guión establecido de “que nos invaden los marcianos” para explicar sobre quién atiza los fuegos en Colombia. Si, algo así como los alienígenas de nuestra Ceci Morel.
Hoy, el Comité Nacional del Paro retomó las negociaciones con el gobierno de Iván Duque. Señalan que hubo buen ánimo, pero no es más que eso. Anuncian que no se bajará el paro mientras el gobierno no de señales concretas al petitorio de la población, entre ellas, el cese de la represión. Y hablando de represión, Colombia vivió una noche de hostigamientos de parte de los Esmad y la Policía Nacional. Así las cosas, Colombia va para un mes de movilizaciones sostenidas.
Por aquí y por allá, la lucha que da el pueblo colombiano va abriendo flancos a su favor. Al menos, así pareciera. Por ejemplo, hoy el Tribunal Supremo de Bogotá ordenó al gobierno a acatar un fallo de la Corte Suprema de 2020 que obliga a la policía a respetar la legitima protesta. Mientras, Amnistía Internacional apuntó a Washington: pide a EE.UU. que no envíe más armas que están siendo utilizadas en la represión. Así, en la pelea, cada día tiene su afán, pero el mayor de los nuestros, que se vayan todos, sigue firme en el pueblo.