Los escándalos del gobierno, sus partidos aliados y de la derecha pueden provocar reacciones adversas en personas con menor tolerancia a la indecencia y la imbecilidad. Así que, lea con cuidado, tómese su tiempo y tenga un agua de hierba a mano.
Y no nos referimos a Manuel Monsalve, quien sí las tiene, las salidas. Es sólo cosa de paciencia. Es el gobierno el que no podrá escapar de la trampa mortal, perdón, moral, en que ha caído.
Sólo horas después de confirmarse la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales en Estados Unidos, se quebró definitivamente la feble coalición gobernante alemana. Eso no es coincidencia.
Los escándalos y pugnas en el gobierno dejaron al descubierto una dura verdad. Su papel es tan irrelevante que, mientras peor va la cosa, menos importa lo que haga o deje de hacer.
En contra de los pronósticos, Donald Trump logró imponerse en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. No sólo superó a Kamala Harris en el colegio electoral, sino que, además obtuvo una mayoría de los votos a nivel nacional. Su futuro gobierno promoverá, si es posible, más caos y una profundización de la crisis mundial. Pero eso no habría sido muy diferente con Harris.
La acusación de violación y abusos sexuales en contra del ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, llevó al gobierno a un completo caos, alimentado en gran parte por el presidente Gabriel Boric. Dadas las características del inculpado y el papel que ejercía, este caso, sin embargo, es sólo el comienzo de una nueva ronda de extorsiones, amenazas y maniobras de impunidad en el seno del régimen.
Del enfrentamiento social que se manifestó a partir del 18 de octubre de 2019, hemos pasado al choque de los relatos. Pero tejen esas narraciones sólo quienes siguen entre la espada y la pared. El levantamiento popular, sin embargo, no es ningún cuento.
Como en las series de Netflix, cuando la cosa empieza a volverse fome, de repente aparece un aparatoso vuelco dramático. La historia sigue igual, pero el público se impresiona por un rato. Es lo que ocurrió en el último episodio del caso Hermosilla.
La exposición de los antecedentes que incriminan al abogado Luis Hermosilla no ahorra en detalles que confirman lo que todo el mundo sabe. Son todos narcos. Lo que permanece en secreto, en cambio, está a buen recaudo, para alivio de esos mismos… narcos.