A los cargos por terrorismo, sedición y conspiración por su rol en el golpe de Estado contra Evo Morales en 2019, la fiscalía de Bolivia le imputa su responsabilidad en las masacres de Sacaba y Sankata. Los delitos serían “genocidio, lesiones graves y leves, y lesión seguida de muerte”.
Juan Lachipa, fiscal general de Bolivia, presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia un requerimiento para iniciar un juicio contra la evangélica y reaccionaria Jeanine Áñez por su participación en los crímenes contra el pueblo boliviano ocurridos días después del golpe de Estado, en noviembre de 2019.
Los crímenes imputados son genocidio, lesiones graves y leves, y lesión seguida de muerte. Los hechos ocurrieron el 15 de noviembre, apenas días después de que Áñez ocupara ilegítimamente la presidencia de Bolivia. La policía y los militares bajo sus órdenes atacaron a manifestantes en el municipio de Sacaba en Cochabamba, luego de que miles de campesinos del Chapare, la zona cocalera de Bolivia, se dirigieran a la Paz para manifestarse en su contra. Fueron asesinados 11 personas, 125 quedaron heridas. Días después, el 19 de noviembre, en la zona de Senkata, en la ciudad de El Alto, en La Paz, fueron asesinadas 10 personas más.
Áñez está presa en el centro penitenciario femenino Miraflores, en La Paz. Fue detenida en marzo de este año mientras se lleva adelante un proceso en su contra por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración por los hechos de 2019. Además, se le imputaron cuatro delitos más, relacionados con las resoluciones que tomó, contrarias la constitución y las leyes, e incumplimiento de deberes.