Entrevista a Pablo Moya, dirigente FENATS Histórica Maipú, Santiago.
Ayer 13 de mayo, el Minsal decretó lo que para muchos es una decisión tardía. Cuarentena total para las 32 comunas del Gran Santiago y seis comunas aledañas. A la vista de los últimos informes del Covid-19, que alertaban sobre poco más de 2600 nuevos casos en un solo día. En este marco, desde “Revolución” entrevistamos a Pablo Moya, dirigente de la Fenats histórica de Maipú.
Pablo; en relación a la crisis sanitaria y la estrategia epidemiológica del gobierno, ¿cuál es la opinión de la federación?
– Creemos que las medidas que ha implementado el gobierno han sido pensadas desde el punto de vista del capital. Desde la economía y cómo sobrellevar ésta, para que los grandes empresarios y la patronal sigan manteniendo sus flujos de dinero.
Hemos visto como la CPC ha manifestado su voluntad contraria a defender la vida, a defender los derechos de las y los trabajadores. Sino, más bien, representando los intereses del empresariado.
Las políticas emanadas desde el gobierno no han sido políticas públicas pensadas desde lo sanitario. Han sido medidas pensando en el resorte y cojín económico que tienen que tener los amigos de éste gobierno, que son los amigos del capital.
Las medidas contra la crisis sanitaria no han sido preventivas. Han sido medidas de respuesta a las catástrofes que se le han ido generando en torno a las malas decisiones. Creo que eso puede graficar muy bien los resultados.
Lo otro es que las medidas de éste gobierno han tenido a la vista prácticas nefastas a nivel internacional. Mira Francia, Italia, Alemania, la situación de EEUU, han sido políticas que hoy día, han profundizado las necesidades. Han profundizado los problemas de clase. Han profundizado más aún las desigualdades. Todos los problemas que las y los trabajadores pusimos de manifiesto en el 18 de octubre.
En síntesis, como FENATS consideramos que las medidas para enfrentar la crisis que ha tomado el gobierno, han sido deficientes y nefastas. Han sido favorables al capital y desfavorables para la población en su conjunto, para los pacientes, para los trabajadores, y para la comunidad a lo largo y ancho de Chile.
El gobierno decía que el sistema de salud estaba preparado, hoy la realidad evidencia otro panorama. ¿Qué nos pueden decir los trabajadores de la salud desde la realidad concreta?-El gobierno manifestaba, en un inicio, que estaba preparado para esta realidad. Escuchábamos al Ministro decir que a Chile no iba a llegar el coronavirus porque teníamos el mejor sistema de salud a nivel mundial. Nos damos cuenta de que no. Bastaron un par de semanas para evidenciarlo. Por ahí hay un gráfico donde se muestran los diferentes comentarios de personajes públicos oficiales del gobierno, y queda claro que han tenido un accionar negligente, un accionar asesino respecto de la vida de las y los trabajadores.
Hoy día todos vemos un panorama distinto, que nos muestra la crisis sanitaria que vamos a vivir y que vamos a ver recrudecer por parte de los/as “pobladores/as de a pata” que, finalmente vemos que la realidad nos golpea en la puerta, nos golpea en la cara, puesto que los/as trabajadores/as de la salud lo vemos desde la gestión clínica: hoy día no hay camas, las camas UCI están llenas. ¡Y claro puh! Eso lo dice el gobierno hoy en día, a carta abierta, porque no les queda nada más. Sin embargo, detrás de eso hay un montón de problemas que el gobierno no dice.
No hay Uciólogos por ejemplo. Están haciendo trabajar a Anestesistas de Uciólogos, siendo que no es su especialidad. No pueden generar mayor cantidad de Uciólogos, por tanto la crisis se vuelve más compleja en la atención. Dentro de cama UCI es más difícil. Ellos pueden decir “estamos gestionando camas”, pero detrás de esas camas deben tener un respaldo con un equipo clínico que hoy día no tienen. Por más que quieran tener. Hoy día dicen que están externalizando el servicio, pero ese servicio tampoco tiene Uciologo, porque no hay Uciologo ni para el [servicio] público ni para el privado. Por más que, incluso, queramos fortalecer la salud pública, ¡no hay médicos que hoy día den abasto!
Observamos también a compañeros y compañeras con un nivel de estrés importante. Hay un nivel de descuido por parte de las instituciones, tremendamente violento por parte de este Estado Terrorista. Lo que atenta contra el estado psicológico de nuestros compañeros, porque no hay casas sanitarias para estar y donde podamos controlar o generar un buen uso del servicio y el turno con nuestros compañeros. Ellos compañeros retornan a sus casas sin saber si están infectando a sus familiares. Hoy día la realidad se vuelve contra nosotros de una forma importante. Ya que somos los/as trabajadores/as de la salud quienes sustentamos y damos continuidad a este trabajo.
Además de eso, nuestra realidad es compleja porque si bien hoy día, nosotros, quisiéramos movilizarnos y presionar con la fuerza que tiene la historia de los trabajadores… sin embargo, hoy, movilizarse tiene un impacto directo en nosotros mismos, en nuestra clase, en nuestros vecinos, vecinas, en nuestras familias. Nosotros, al reconocernos como trabajadores de clase, no vamos a poner en peligro la integridad y la vida de nuestros propios compañeros/as. La forma de manifestarse y presionar se vuelve un poco más compleja y, son, efectivamente, medios como ustedes quienes nos ayudan a romper el cerco comunicacional.
El panorama es complejo. Y lo que se viene será más crudo. Vemos la realidad del Hospital San José, Hospital El Pino, Hospital El Carmen. De los hospitales concesionados que, además, hoy en día no tienen ni la capacidad ni la gestión para intervenir su infraestructura, con el objeto de generar mayores espacios y brindar mayores camas. Sino que nos vemos enfrentados al rol de un privado, y una inspección fiscal del MOP que tampoco dejan, ni fiscalizan, ni hacen un buen uso de estos espacios e infraestructura con el objeto de poder brindar una atención más cómoda para los/as vecinos/as ni los/las trabajadores/as.
¿Qué medidas debieran ser tomadas al breve plazo para proteger la salud del pueblo?
-Para nosotros es importante que se pueda implementar residencias sanitarias dignas, para personas contagiadas. Y esto que no favorezca más el rol privado. Hay un montón de espacios públicos; hay colegios que hoy día no se están ocupando, que podrían darse ocuparse sin el enriquecimiento de la banca privada, dándole una atención integral, con una administración pública, transparente, y no como lo ha hecho éste gobierno, llenando las arcas de los privados.
Los cordones sanitarios deben ser efectivos. Vemos a la RM que va camino a eso. Sin embargo, esto se junta con una medida política que se arrastra desde el 18 de octubre, que es la fuerte presencia de carabineros, de los ratis, de los milicos, que normaliza el uso de las fuerzas públicas para y por los vecinos. Sabemos que eso no es lo que queremos. No aspiramos a tener un país controlado por los milicos. La solución no son los milicos. La solución es la salud pública. Es política pública sanitaria, y no la fuerza represiva.
Nos parece importante que la cuarentena, coherente con lo que decía antes, sea bajo el control de las comunidades. En esto le hacemos un tirón de orejas a todas las organizaciones que se la llevan peleando. Que hoy día tengan a la vista que lo principal es la unidad. Que sea una práctica. Que podamos ejercer control comunitario, control de las poblaciones, de los barrios, de donde cada uno esté, ya sea villa, poblaciones. Lo importante es que exista control por parte de los vecinos.
Ahí es vital, como consejo, poder enganchar con los trabajadores de la atención primaria, que son claves en la territorialización de la salud pública, donde se puede entregar datos epidemiológicos, tener un control, y gestionar de forma importante.
De ahí también, al igual que con la atención primaria, es sustancial hacer la conexión con las municipalidades, indistinto del ‘color político’ que tengan. Si es de derecha, presionarla desde la demanda. En los casos que sean más progresistas o de izquierda, que…, es un poco más difícil encontrarse con esa realidad (sic), será negociar, conversar, dialogar, que pasen los recursos, pero, finalmente, que la información no sea la traba para poder organizar y tener un control territorial absoluto.
Además, nos parece relevante que, desde la política pública, exista pesquizaje masivo. Aseguramiento de los accesos oportunos y gratuitos de los elementos de protección personal (EPP) para los/as trabajadores/as de la salud, y para los/as públicos y privados, para que puedan, efectivamente, ejercer su rol. Ahí pensábamos en la gente que hoy día son de los lugares de abastecimiento, a los/as trabajadores/as del transporte, a los trabajadores de la salud, de los servicios básicos entre otras cosas.