Un lunes negro vivieron las bolsas en el mundo ante la preocupación de la variante Delta. En Chile, el capital financiero celebró las primarias de los partidos como sólo él sabe festejar: comprando acciones.
Las mayores bajas en nueve meses sufrieron las bolsas en del mundo. Las caídas más pronunciadas se dieron en Europa por la preocupación en el alza de cifras de contagio con la variante covid Delta, que ha obligado nuevamente a sus gobiernos a establecer medidas restrictivas, además del temor por el aumento de la inflación en Estados Unidos, una señal que se podría terminar el ciclo de la plata fácil y barata que alimenta a los mercados financieros.
En Chile, en cambio, no se notó nada de la preocupación mundial. La Bolsa de Santiago saltó al inicio de la jornada. Mientras que el resultado del plebiscito o los comicios a la convención constitucional provocaron sendos derrumbes de las acciones, la victoria de Sichel y Boric fue celebrada por los especuladores como un campeonato de la Católica.
Al final, el indicador IPSA quedó en un aumento de 1,35%. Lideraron el alza las acciones Ripley (6,87%), Cencosshopp (5,87%), BCI (5,71%), CMPC (5,49%) e ILC (4,77%). En otras palabras, celebraron las grandes cadenas del retail, los bancos, la criminal forestal Mininco Retail, y la controladora de la isapre Consalud y de la AFP Habitat.
Ellos sabrán por qué. Sergio Tricio, uno de los analistas entendido en el tema dice que “es esperable que en el corto plazo veamos un repunte más significativo en la bolsa, yo creo que la bolsa tiene un castigo bien fuerte por toda la incertidumbre y los cambios radicales que se están anticipando y el hecho de que ya no esté el candidato Jadue disminuye ese gran riesgo, pero hay que tener en cuenta que todavía falta bastante”.
Por cierto, Checho, por cierto.
Mientras el capital en Chile ve las cosas un poquito mejor, en el mundo, el panorama pinta negro. El índice paneuropeo STOXX 600 bajó un 2,3%. El que más sufrió fue el MIB de Italia, que se hundió un 3,3% el DAX alemán, un 2,6% y el FTSE 100 de Londres, 2,3%. Todo, dicen, debido al aumento de los casos de coronavirus augura nuevas restricciones sanitarias. Esas medidas para proteger a la población, no les gustan a los capitalistas. Pierden plata, estiman y lo demuestran en las cotizaciones de las acciones en la bolsa.
En Estados Unidos, Wall Street tuvo pérdidas generalizadas, Dow Jones perdió un 2,1%; S&P500 cedió un 1,6% y el petróleo se derrumbó hasta 7,5%. Allí, el temor es que la Reserva Federal ponga en pausa la maquinita de imprimir billetes y el Estado tenga aplicar un ajuste al gasto fiscal. El presidente Joe Biden juró y rejuró que no: es sólo “temporal”, dijo, y apuntó a la escasez de piezas e insumos para los procesos industriales. De hecho, está en medio de la negociación de un mega paquete de gasto en infraestructura en el Congreso más de 500 mil millones de dólares y le queda todavía el presupuesto, también expansivo.
Habrá que ver. Por las dudas, que parece que también van al alza, Biden sentenció: “resulta que el capitalismo está vivo y muy bien.”
Seguro, Joe, seguro que sí.