Lo más parecido a la política

Para una “asamblea ciudadana”, el cumplimiento de la tarea principal de la primera sesión, la elección de la presidenta y vicepresidente de la convención, se hizo con sumo “profesionalismo”. Candidatos, postulaciones y exigencias se habían subido y bajado en los días previos. Al final, se sirvió todo ya cocinado.

Esto no es difícil, se dijeron. Los parámetros ya están todos dados. El presidente de la convención debe ser una mujer. O sea, la presidenta. Obvio. Paritaria la asamblea, paritaria la mesa. Check.

-Hay una científica…

-Mmm, ya.

-¿Y si fuera una indígena?

-¡Buena! Doble check.

-Pero, pero… ehhh… no quiero sonar racista o algo así… pero… ¿tendrá las competencias?

-Oye, me extraña, si lo que importa es el “vice”. La otra es simbólica, para la foto, la noticia mundial.

-Ya, bien, pero ¿si es pasada para la punta, la lamgien?

-Mira, aquí tenemos alguien, la doctora, doble doctora, Elisa Loncón. Dará garantías.

-Listo. Check.

Y así fue. La candidatura de Elisa Loncón fue levantada por ex alcalde Adolfo Millabur, quien sabe de todos los checks. Y sabe que quien recibe, tiene que dar. La vicepresidencia, en este caso. En medio de la negociación, el Frente Amplio da a conocer la fórmula ganadora: Loncón y Jaime Bassa, un abogado de la Católica, constitucionalista progre. Check. La precipitación era para frenar a tiempo las otras alternativas, sobre todo de la Lista del Pueblo. Y, además, estaba el lío con los “aliados” del PC. Cuando se enteraran de que todo este trato ya estaba sellado y sacramentado con Millabur y el PS, perdón, el “Colectivo Socialista”, se iban a enojar. Y harto. Después del asunto de la once en Hualpén entre Boric y Narváez en lo de Monsalve, los comunistas no le creen ni lo que rezan a los del FA. Había que apurarse para que no pudieran torpedear el negocio.

Dicho y hecho. En la primera vuelta, sin una mayoría absoluta se enfrentaron Elisa Loncón que era apoyada por el FA, el PS e independientes; Isabel Godoy apoyada por la Lista del Pueblo y el PC, Patricia Politzer, por el resto de la Concertación e Independientes No Neutrales; y la derecha, con el peor de sus candidatos: Harry Jürgensen.

En la segunda vuelta y definitiva, se cerró la presidencia. Con excepción de siete votos disidentes, la mayoría de la izquierda terminó apoyando a Loncón, que alcanzó 96 votos. Por el otro lado, Patricia Politzer juntó 18 votos, dos menos que en la primera vuelta. Y en la derecha, la merma fue más lamentable aún, 33 votos: tres menos. Triste.

Al profesor Bassa, en cambio, lo hicieron sudar un poco más, aunque ya era tarde y empezaba el frío. Pero todo anduvo de acuerdo al guión, aunque la mayor parte de la Lista del Pueblo continuó con su candidato hasta el final. Pero eso no fue problema, porque la ex Concertación ya estaba matriculada con el catedrático.

Lo más parecido a la política, pues. Pero que no se entere nadie.

Lo interesante en estas coaliciones como bien las llamó la presidenta de la Convención, es que, sumadas, hacen inviable el plan de la derecha de juntarse con alguna parte de la ex Concertación para armar el famoso tercio del veto. Y lo otro, que esa misma ex Concertación no le da para cumplir el papel de bisagra que habían deseado.

Aunque todo puede pasar, porque esto es lo más parecido a la política que hay.