Una nueva jornada de movilizaciones se dio nuevamente en Colombia. Esta vez, el pueblo fue convocado para copar la ciudad capital del país, Bogotá. Los movimientos partieron a las 4 de la madrugada. Hacia el medio día, miles nuevamente recorrieron las calles. Hubo muchos puntos de encuentro, hubo conatos de lucha con la represión, intentos por derribar estatuas, pancartas, barricadas, paros de la locomoción pública.
El principal punto de encuentro de hoy en Bogotá fue el hotel Tequedama. Los medios nacionales e internacionales están atentos a lo que saldrá de allí. En el hotel se reunió la comitiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que entre hoy y mañana, 10 de junio, conversará con funcionarios públicos y de la sociedad civil para verificar la crítica situación de los derechos humanos en estos 43 días de ininterrumpidas movilizaciones a nivel nacional. Hasta el hotel también llegó una delegación de la Primera Línea colombiana.
Hubo numerosos cortes de ruta durante la jornada. Por supuesto el sistema público cerró muchos de sus recorridos y el Portal de las Américas, bautizado como Portal Resistencia, fue nuevamente uno de los puntos más agitados durante la jornada. En otra zona, miembros de la guardia indígena custodiaron la seguridad de miembros de la comunidad indígena Misak, quienes fueron duramente reprimidos por las Esmad.
Un grupo de ellos intentó derribar la estatua de Cristóbal Colón en la Avenida el Dorado con Carrera 100. También las emprendieron contra “Isabel La Católica” ubicada a escasos metros de la estatua de Colón.
“Este país no es de Cristóbal Colón. No es de un español. Es la tierra de los nativos y por tanto ellos (refiriéndose a las estatuas), no nos representan” señaló uno de los manifestantes. Hace un mes, miembros de la comunidad Misak tumbaron la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, en frente de la Universidad del Rosario para días más tarde ser reemplazada por la de Dilan Cruz, joven que fue asesinado en noviembre de 2019 por las Esmad.
Aquí como allá, las estatuas son de especial gusto de las autoridades. Las defienden con puño y cañón.
Esto sucedió en las calles y en los salones. Sumando y restando, fue una jornada tranquila. Para reponer, respirar hondo, vislumbrar.
¡Descansa pueblo que es larga la jornada para luchar!