A sólo dos semanas de las elecciones presidenciales, una masacre remece al Perú. 14 personas, entre ellas dos niños, fueron asesinados en la localidad selvática de San Miguel del Ene, en el departamento de Junín. El ejército culpó del ataque a una de las facciones provenientes de Sendero Luminoso. Nadie cree en esa versión.
De acuerdo a la información oficial, la matanza ocurrió en la noche del domingo, pero recién se conoció este lunes. Las víctimas habrían estado en un bar ubicado a la orilla de un riachuelo. Luego de ser acribilladas a balazos, sus cuerpos fueron calcinados, tras lo cual los autores incendiaron el local.
Siempre según la versión de las autoridades, se habrían encontrado panfletos que llaman a “limpiar al Perú y al VRAEM” (abreviación para la zona que comprende el Valle de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro) “de elementos del mal vivir, parásitos y corruptos”. Los volantes, exhibidos por las fuerzas militares, están firmados por el “Militarizado Partido Comunista del Perú”, una organización escindida del antiguo PCP Sendero Luminoso. Esta facción, que opera desde hace más de dos décadas en la zona, rompió con el antiguo jefe del grupo maoísta, Abimael Guzmán, debido a sus negociaciones con el gobierno. También han criticado los ataques en contra de la población civil realizados por Sendero Luminoso en las décadas de los ’80 y ’90.
En los volantes, además, se llama a votar en blanco en la próxima definición de las elecciones presidenciales, pero se agrega que apoyar a Keiko Fujimori “es traición”.
La aludida, que compite en dos semanas por la presidencia del Perú en contra del dirigente sindical de los profesores, Pedro Castillo, condenó el ataque y expresó su respaldo a las fuerzas armadas.
Castillo, en tanto, exigió una investigación de los hechos y señaló que “no podemos permitir que el pueblo esté siendo víctima de estas cosas, no podemos permitir ser víctimas de querer callar la voz del pueblo y no puede haber montajes”, apuntando a las sospechas sobre la verdadera autoría de la matanza.
Castillo y su movimiento, Perú Libre, han sido objeto de recurrentes ataques del fujimorismo y de la prensa oficialista, que busca establecer supuestos nexos con Sendero Luminoso, un procedimiento político recurrente, que Perú es conocido como “terruquear”.