Gran propuesta, dicen los medios. Acuerdo de Salvación Nacional. Guaidó propone medidas para resolver todo. Entre otras cosas propone diálogo y garantías. El diálogo de oficialismo y oposición lleva años dándose en el país. Pues, entonces, ¿un nuevo invento? ¿una medida desesperada para dejar de parecer inútil?
Ahora es un “Gran Acuerdo de Salvación Nacional”. Así le llaman a la propuesta de diálogo supuestamente hecha por Guaidó. Ya es sabido que el Departamento de Estado de EE.UU., entrega las pautas, el plan, el financiamiento y…, bueno, el autoproclamado “presidente encargado” -desde el 23 enero del 2019- Juan Guaidó, pone la cara y la voz.
¿No sabe acaso que, todo este tiempo en Venezuela, ha habido diálogo entre el oficialismo y la oposición? Sí. En efecto, lo sabe. La misma oposición se lo ha dicho numerosas veces. Pero también sabe que si no repite el libreto deja de ser útil para EE.UU., y queda sin financiamiento, plan…, sin nada. ¡Se quedaría sin pega!
El plan es aprovechar las elecciones municipales y regionales de noviembre del 2021 que elige los cargos de gobernadores, alcaldes, legisladores a los concejos legislativos y concejales municipales. Propone que se amplíe a elecciones presidenciales y parlamentarias. ¡Muy a la chilena! ¡Todo un combo electoral!
¿Sonará muy tonto decirle a Guaidó que Maduro fue electo el 2018, y el parlamento el 2020? Sí, sonará así. Pero no hay mucho que hacerle.
El plan incluye ingreso masivo de ayuda humanitaria y vacunas, garantía democrática para el chavismo, y compromiso con la Comunidad Internacional. ¡Mira que novedad!
¿Y los medios? Se lo tomaron en serio. Difundieron la noticia en clave de novedosa última medida. Hablaron de “líder opositor”, “autoproclamado presidente encargado”. Citaron las palabras del Secretario de la OEA, Luis Almagro, quien habla mucho sobre Venezuela, pero calla sobre Colombia. Y difundieron el ¿notición?, dejando en claro que el presidente Maduro debe decidir el destino de la propuesta del Departamento de Estado de EE.UU.…, ¡perdón!, quisimos decir de Juan Guaidó.
Lo cierto es que Nicolás Maduro habló al respecto el pasado 11 de mayo, en tono irónico, porque así suele hablar oficialismo y oposición sobre Juan Guaidó. Señaló que “desde hace tiempo hay diálogo entre la oposición y bolivarianismo”. Aclaró que “un pequeño grupete que ahora anda desesperado por dialogar, porque se quedaron por fuera […] por que se quedaron fuera de todo, aislado y derrotado, nadie le consulta nada”.
Nuevamente, lo que comienza con bombos, platillos y tambores de guerra, resulta que es humo ambiental de escenografía, y el libreto es tan malo como impopular. Al parecer, la utilidad de Guaidó, para los intereses imperialistas, alcanzan una nueva cota de inutilidad.
Mientras tanto, en América, y de manera muy real, los pueblos relatan su propia historia de lucha, le pasan la cuenta a los buenos amigos de Guaidó. Hablamos de Duque y Piñera.