Como un encuentro “por la paz” fue presentada la cumbre que ratificó los postulados de la OTAN sobre la guerra entre Ucrania y Rusia. Al final, seguirá la guerra.
Lo más absurdo de esta cumbre, entre otras absurdeces, es que sólo fue invitado a esta cumbre uno de los países que está en guerra. ¿Pero cómo se puede lógicamente argumentar que Rusia no fuera invitada? Lo fundamental es que no pudiera influir sobre la propuesta final a la que llegaría el cónclave allí reunido. Es decir, quieren hacer la paz mediante la guerra.
¿A qué se puede deber esto? En resumidas cuentas, la posición militar rusa ha avasallado en el campo de batalla a las hordas de Ucrania y sus socios de la OTAN.
Lo que se presentaba como una reunión de paz, es un vericueto de países que están de facto en guerra con Rusia, pues no sólo suministran armamento y logística, sino que además poseen tropas combatiendo, en algunos casos como los conocidos asesores militares, y en otros, como combatientes en la primera línea de batalla. Tal es el caso de franceses o polacos, por nombrar algunos.
Los países del pacto de la OTAN, que representan a Europa y Estados Unidos, son los mismos presentes en la cumbre. Para adicionar, y que no se note tanto la alineación con Ucrania, buscan sátrapas en diferentes continentes con el fin de darle el toque democrático al encuentro. Es aquí como vemos entre los convidados regímenes de América latina con sus cualidades especiales: un chanta argentino, una arribista peruana, un especulador ecuatoriano y… un chileno, que cada uno sabrá el apelativo que se le puede dar. Pero digamos que lo que junta a estos dirigentes es su servilismo hacia los Estados Unidos, lo que ha quedado en evidencia una vez más.
La reunión quería presionar a Rusia mediante una “aplastante” confluencia de naciones que indicaran que sólo mediante la negociación se puede llegar a la paz. Generalmente, Estados Unidos se colude de esta manera para reunir naciones que apoyen su punto de vista para luego intervenir militarmente. Este no era el caso. El objetivo era presionar, sobre todo, a Europa, a proseguir en la guerra, cueste lo que cueste, pues de otra manera, si ganara Rusia lo que vendría sería la invasión a estos países que están renuentes de seguir adelante.
En medio de la locura que los embarga, en vez de llamar a la paz, se reúnen para discutir seguir con la guerra y desechar los planteamientos del contrario ruso, sólo porque es ruso. Incluso eligen a Suiza como país neutral, sabiendo que ha tomado parte por Ucrania y ha enviado, por intermedio de terceros, armas al ejército ucraniano. Este es otro absurdo de esta cumbre.
En la realidad, la guerra avanza en suelo ucraniano y todos los recursos invertidos, tanto en dinero como en material militar, no muestran resultados. Por esa razón, muchos temen una escala atómica, si no hay solución al conflicto. Pero incluso así, siguen creyendo a ciencia cierta que Rusia será vencida.