Tras mas de un año de prisión preventiva sin juicio. Sin testigos y sin pruebas, la justicia siguió el requerimiento del gobierno y de la fiscalía y condenó a quince años de cárcel a los cuatro weichafe de la CAM.
La condena fue impuesta por los jueces Marisol Panes, Christian Osses y Constanza Naranjo del Tribunal Oral Penal de Los Angeles en contra de los comuneros Ernesto Llaitul, Esteban Henríquez, Ricardo D. Reinao y Nicolás V. Alcamán quienes se encontraban hace mas de un año en prisión preventiva en el centro penitenciario de Concepción.
En total son quince años de cárcel por pertenecer a una organización, porque en ningún momento se logró determinar -en ningún sentido- que los acusados hayan estado presentes en el sitio de suceso a la hora de los hechos. Tampoco horas antes, ni menos horas después. Lo que a todas luces es una persecución política por adherir a un planteamiento político, a un movimiento político. No por haber participado de los hechos que se les imputan. Así lo señaló Ernesto Llaitul, en el alegato de clausura. Aquí reproducimos una parte de sus dichos:
“Efectivamente, señor fiscal y señor querellante, pertenezco a la Coordinadora Arauco Malleco, a mucho honor y gloria. La Coordinadora Arauco Malleco es un planteamiento político, es un movimiento político, son ideas, son familias, son niños, son ancianos, son comunidades. Quizás nos moriremos. Nos vamos a morir todos aquí, pero esta lucha va a continuar. La lucha de mi pueblo va a continuar. Nosotros nos retiraremos sin pena ni gloria de esta vida, pero esta lucha va a continuar.”
Y finaliza: “Su Señoría, si me quieren condenar, si quieren llevar adelante una condena política, por ser parte de un movimiento, por ser parte de la lucha de mi pueblo, háganlo. No tengo ningún problema en asumir. No tengo ningún problema en asumir. si es que me quieren condenar por eso. Pero yo y mis compañeros no somos responsables de los delitos que se nos imputan, nada más. La lucha va a continuar. La lucha de mi pueblo va a continuar.”