Un vasto movimiento de milicianos palestinos, por aire, mar y tierra, rompió el bloqueo a Gaza y sorprendió a las fuerzas israelíes en los contornos de la franja. La “tormenta de Al Aqsa” tomó desprevenido al régimen israelí, que declaró un estado de guerra en contra de los israelíes.
Los milicianos palestinos actuaron en varios frentes durante la madrugada del sábado. Según versiones, más cinco mil cohetes fueron disparados en contra de zonas controladas por fuerzas israelíes, alcanzando incluso a Tel Aviv, el principal urbano del país. Otro contingente se movió en lanchas y botes inflables para burlar el bloqueo a Gaza. En tanto, las fuerzas palestinas lograron penetrar en asentamientos judíos y las ciudades de Sderot y Kfar Aza, además de la base militar de Re’im, que cayó en manos de los resistentes.
Decenas de efectivos israelíes habrían sido tomado prisioneros, según fuentes palestinas, incluyendo a altos oficiales.
Saleh al-Arouri, dirigente del movimiento Hamas, que gobierna a Gaza, declaró que esperan que los combates continúen y que los frentes de combate se expandan. “Tenemos una meta primaria: nuestra libertad y la liberación de los sitios sagrados”, declaró, en referencia a la zona ocupada ilegalmente por Israel en Jerusalén.
La noticia de la ofensiva fue recibida con júbilo por la población local, que ha estado sometida a un bloqueo hace más 16 años. En las calles de Gaza milicianos exhibieron vehículos y material militar israelí capturado en los combates.
Centenares de pobladores palestinos cruzaron por primera vez las demarcaciones impuestas por Israel e ingresaron a asentamientos judíos emplazados en los límites con Gaza.
El gabinete de seguridad del gobierno israelí se reunió de emergencia y declaró “la guerra” en contra de los palestinos. El primer ministro Binyamin Netanyahu sostuvo que el primer objetivo de las fuerzas militares del Estado judío sería recuperar el control sobre las zonas controladas por los milicianos palestinos. Y señaló que la siguiente fase sería infligir un “castigo” en contra de “los terroristas”.
En las últimas horas, sin embargo, ese “castigo” se ha incrementado en forma de bombardeos aéreos en contra de la población civil en Gaza.
Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN se precipitaron en emitir declaraciones de condena en que abundó la calificación de “terrorista” en contra de la resistencia palestina que, según esos gobiernos y entidades, habría procedido de manera “totalmente sin provocación”, además de expresar su apoyo incondicional al régimen israelí.