Bienvenidos al mundo adulto. Así es, pues, señores, pasando y pasando, porque otra cosa es con guitarra ¿no? Y la que se armó. Volaron las plumas sosí, de peón a paje, porque no les gustó. Bolivia no es la mandó a decir con nadie: si quieren conversar sobre migración, queremos mar.
Es que no habían necesitado nada, entonces se permitían ningunear al pueblo hermano y a sus mandatarios una y otra vez. Hasta que les tocó. Y como bien dicen, otra cosa es con guitarra. Chile quiere que Bolivia les reciba los migrantes expulsados, entonces, pónganse señores.
El peón, Jaime Quintana del PPD, desde la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, hizo bien en recordar que las relaciones con Bolivia están suspendidas desde 1978, pero que “en los hechos hay una interdependencia entre ambos países y, por lo tanto, hay muchos temas respecto a los cuales conversar”. Le cayó la teja.
“Bolivia debe comprender que no puede transformar sus fronteras en un corredor libre, y entender también que la seguridad es un tema fundamental para ambos países. Hay muchos temas que son abordables, independiente de la demanda marítima”, añadió el parlamentario. Mmmm, habrá pensado Luis Arce, el presidente boliviano.
El paje de la UDI, Iván Moreira, sostuvo que las declaraciones del presidente de Bolivia “sólo confirman lo que habíamos dicho antes, aquí hay mala fe de parte de Bolivia, porque quieren chantajearnos exigiéndonos salida marítima, a cambio de recibir migrantes irregulares que usan su frontera para entrar a Chile”. Penita, se diría Arce por otro lado.
“Cuando nuestros hijos e hijas se bañen en las aguas del Pacífico, navegando y comerciando desde puertos soberanos, se habrá cerrado de una vez y para siempre, aquella herida centenaria en Nuestra América”, dictaminó, para que no quedaran dudas de su disposición, el presidente boliviano a través de su twitter.
Picaos, picaos. Sipo, otra cosa es con guitarra