Mira tú. Nuevamente, a los pacos se les “extravió” armamento. Parece que últimamente andan bien despistados los gorilas. Esta vez, se le perdieron cinco pistolas y 75 cartuchos. La comisaría en cuestión queda cerquita de La Moneda.
Todo habría sucedido a eso de las 20.30 hrs. de ayer lunes. Los pacos fueron a retirar una “caja táctica” que, se supone, contenía las pistolas, marca Taurus, modelo PT-017, con sus respectivos cartuchos -75-, pero al abrir la caja, grande fue su sorpresa -¡seguro!- al encontrarla vacía.
Dicen que inmediatamente los hechos fueron denunciados a la Fiscalía Militar, que instruyó al Departamento de Asuntos Internos de Carabineros para esclarecer el asunto. Seguro que investigarán.
La comisaría donde ocurrió “la pérdida” es la de Control de Orden Público Oeste (COP), como le dicen ahora a la antigua 28ª comisaría de Fuerzas Especiales, allá en calle San Isidro, la mancha del barrio conocido actualmente como Little Caracas. Queda a unas cuadras del palacio de La Moneda.
Es que se acercan las fiestas patrias y hay que “hacer caja”. “Con tanta ramada en el horizonte, uno no es na´ de fierro”, se dirán.
No es la primera vez que a los manilarga los descubren haciendo sus negociados. Se han documentado, en los últimos tiempos, varios “extravíos” de armamento cuyo destino preferente son las bandas de narcotráfico.
Hace unos meses, Ciper hizo un recuento de los procesos en la Justicia Militar contra uniformados que han ampliado su giro hacia la venta de armamento robado.
“Entre 2012 y 2022 la Corte Marcial de Santiago (con jurisdicción sobre el Ejército, la Fuerza Aérea y Carabineros) y la Corte Marcial de la Armada (ubicada en Valparaíso) registraron al menos 38 casos de robo de armamento –y de materiales afines, como chalecos antibalas, uniformes y otros– perpetrados por militares o carabineros, los que culminaron con condenas para 54 uniformados.
Ciper revisó cada uno de estos procesos y en, al menos, 15 de ellos hay pruebas o indicios de que las armas sustraídas estaban destinadas a delincuentes, incluyendo narcotraficantes. En seis de estos casos las investigaciones de la justicia militar consiguieron registrar de manera fehaciente el nexo entre los uniformados involucrados y los delincuentes. En otros nueve, aunque no se describe de forma taxativa el vínculo con criminales, se incluyen detalles “que apuntan en esa dirección”.
Hace no mucho, por ejemplo, pillaron a dos tránsfugas de verde enviando armamento de guerra, vía Chilexpress. Otro medio, El Mostrador, también investigó por su parte y dio con que entre 2018 y 2022 entre las Fuerzas Armadas, los pacos y la PDI han “extraviado” unas 126 armas.
“Mi cabo nos enseñó a subir, nos dijo cuál plancha de zinc estaba abierta para ingresar. Nos mandó a mí y al otro soldado a sacar municiones, granadas, granadas de humo, aturdidoras, municiones de 40 mm. Sacamos de todo… por órdenes de él”, soltó la palta uno de los sanguchitos citado a declarar en uno de los casos.
Y estos son sólo una muestrita que permite adivinar el tamaño del forado.
Así con las ampliaciones de giro.
Tiqui tiqui ta, que vienen las fondas
y buenas son las balas robadas
para comprar terremoto y empanadas.