Es la primera huelga en la historia de esta empresa, propiedad del grupo Yarur. Ayer los trabajadores se tomaron el poder. El poder de decir basta de abusos, de condiciones laborales abusivas e indignas. El poder de unirse para acabar con la explotación laboral.
Iniciaron una huelga indefinida las trabajadoras y trabajadores de las tiendas de la belleza y el maquillaje PreUnic en Santiago, Arica, Antofagasta, Chillán, Los Ángeles, Temuco y Valdivia. Son 15 años, cuentan los dirigentes, que están tratando de conseguir condiciones dignas para trabajar, pero la empresa se niega.
La huelga se da luego de un intento de negociación colectiva que fracasó de punta a cabo. Por ejemplo, pidieron un bono de alimentación de 2.400 pesos al que la empresa se negó. Junto a ello, remarcan que, si bien se les mejoró el sueldo en 1.000 pesos, al mismo tiempo se les quitaron las comisiones, según señaló Johnatan Bastidas, uno de los voceros en la ciudad de Los Ángeles.
“Nuestro eslogan es PreUnic sin maquillaje. Siendo una empresa de belleza y maquillajes, esa belleza no se ve en ninguno de los trabajadores, ni en los bonos de colación y movilización que estamos peleando”, agrega.
Como todo patrón -de estos que tienen los más “altos estándares”- creerán que “estos muertos de hambre” no tienen dignidad. Pero para todo hay un límite, y los trabajadores ya lo tienen sobrepasado.
A continuación, vamos a enumerar algunos de los tantos abusos a los que son sometidos sus trabajadores. Porque el maltrato es parejo en todo Chile, pero dependiendo del local, los jefes se dan sus gustos.
Partamos con que en promedio les dan un bono de colación, o sea, para almorzar, de $1.400 pesos. ¿Una burla no? El bono de locomoción es de $12 mil mensuales, o sea $300 diarios. A los trabajadores que trabajan en bodega les dan sólo un bono para el desayuno, y es de $500. En los locales en la ciudad de Los Ángeles, cuenta un dirigente, el bono de colación es de $9.000 mensuales y el de locomoción, de $3.000.
Todo esto no es una mala broma. Esta es la realidad de los trabajadores de PreUnic en Chile.
Sigamos con los “altos estándares”. El bono de locomoción, cuentan, no se ha reajustado desde hace 15 años. Los uniformes de trabajo les tienen que durar dos años. No tienen lugares para descansar. A trabajar parados, no más. El aseo de los locales corre por cuenta de los trabajadores.
Les cambian funciones para los cuales no están contratados, cuando se les ocurre. Muchas veces tienen que hacer de guardias, arriesgando además su vida por esas miserias que les pagan. Durante las pandemia el alcohol gel y las mascarillas corrían a cuenta del trabajador. La empresa les dio sólo dos mascarillas de género y las tenían que hacer durar tres meses.
Y como se trata de negocios, además la empresa cambió el “modelo” de la explotación. Y el modelo no es más complejo que sumar y restar, y se llama usura. Subieron los precios de todos los productos. Por lo tanto, la gente compra menos, pero más caro. Los Yarur siguen ganando, los trabajadores siguen perdiendo, porque ellos ganan si venden unidades. Los Yarur ganan si entra platita, y la platita sigue entrando directo a su bolsillo a costa de pura indignidad para los trabajadores.
No vamos a decir cuánto están exigiendo, porque lo que piden es muy poco.
Lo que si vamos a decir que lo de hoy sonó bonito, la performance que grabaron para que todos vieran sus rostros y la bandera de Chile, acompañando, porque estaban felices, porque estaban decididos y eran muchas y muchos.
“Porque nos cansamos del maltrato, porque perdimos el miedo, por nosotros, por nuestras familias, PreUnic escucha, estamos en la lucha, PreUnic, escucha, estamos en la lucha”.
Y con esa fuerza que llevan, tal vez no hoy ni mañana, pero si cualquiera de estos días, ya no pedirán nada, porque se lo tomarán todo. A la larga, a los patrones la unidad de los trabajadores les saldrá caro. Pero allá ellos.