Hoy se anunció que el paro continúa. Desde ayer sábado y durante este domingo, la Asamblea Nacional de Ecuador debate la destitución de Lasso. Y a pesar de las negociaciones de la Conaie con el gobierno y de que Lasso sacó a los militares de la calle, el pueblo sigue firme.
La muñeca política ya no tiene aceite, está oxidada. Las conversaciones de los funcionarios de Guillermo Lasso con la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) no han rendido frutos, porque Leónidas Iza, su principal dirigente, anunció que el paro sigue. Y era que no, si el pueblo no ha retrocedido ni un milímetro y sigue en las calles con la mejor de las voluntades, para destronarlos a todos.
Fue la Asamblea Nacional, a través de su presidente, Virgilio Saquicela, la que solicitó que los ministros de Gobierno, Francisco Jiménez, y de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Holguín, se reunieran con Iza para conversar sobre un posible acuerdo para deponer las movilizaciones. Además de Iza, representando a la mayor organización indígena del Ecuador, asistieron delegados de otras organizaciones. Así se van “prestando ropa”, desplegando los buenos oficios.
En la susodicha reunión se propuso conformar “una mesa técnica” para iniciar un diálogo -dicho esto, da un poco de sueño- y ver una a una las 10 demandas enarboladas por la Conaie. Suena a cuenta repetido, a día de la marmota.
En paralelo, la Asamblea Nacional ha comenzado la discusión para la destitución de Lasso. La iniciativa fue tomada este viernes pasado por la bancada Unión por la Esperanza (UNES).
Hoy el coordinador del bloque Pachakutik, brazo político de la Conaie, Salvador Quishpe, señaló que no apoyarán el pedido de destitución contra Lasso. “No vamos a permitir que de esta lucha se aprovechen los que ayer perpetraron la corrupción”, señaló en un comunicado, haciendo alusión al ex-presidente Rafael Correa.
“El pueblo ecuatoriano conoce que el correísmo arma todas las estrategias para aprovechándose de la movilización para pescar a río revuelto para ellos volver a tomarse el poder y retomar los horrores que hicieron en sus años de gobierno”, advirtió Quishpe.
Tampoco apoyarán la salida del mandatario los asambleístas del Partido Social Cristiano (PSC), de Izquierda Democrática (ID) y, por supuesto, la oficialista Bancada del Acuerdo Nacional (BAN).
No obstante, seis legisladores del Pachakutik se declararon en rebeldía a la decisión de su bancada y se sumaron a la iniciativa de la UNES, que cuenta con el respaldo de 47 legisladores. Pero para la destitución se requieren al menos 2/3, o sea 92 votos.
En tanto, desde Bélgica, en un video difundido en Twitter, el ex presidente del Ecuador, Rafael Correa, sentenciado en ausencia a ocho años de cárcel por delitos de corrupción le solicitó a Lasso la renuncia. “Presidente Lasso, no sea cobarde. Llame a elecciones anticipadas. Yo lo hice en el 2009 y recibí el respaldo de mi pueblo”.
Como buen fin de semana, este no ha sido la excepción. La nadería ha hecho noticia. Y estas son las últimas, de los pequeños acontecimientos en los pasillos de la corte.
Mañana comienza otra semana y será el peso de la realidad quién defina el curso de los acontecimientos y en ellos, es la voluntad del pueblo la que determinará cuáles son las cabezas que deberán rodar. Y será, está dicho, más temprano que tarde, porque allá como acá, ya no es el precio del combustible el que tiene que caer, sino el régimen entero.