Esa es la frase para el bronce de la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, sobre la movilización de los estudiantes. Curioso, considerando que las familias de Chile ganan en promedio $350 mil pesos, sus hijos van a la educación pública y ella, que hace siglos no le trabaja un peso a nadie, gana varios, ¿varios millones? Mmm…
Aunque están acorralados, cada día actúan con más fuerza y determinación. Arriesgan el pellejo porque en esto, no hay de otra. Las condiciones en las que son obligados a estudiar; la comida de porquería que reciben cada día, el valor de los pasajes en la micro; la violencia sexual en las micros, en sus mismos liceos. La desidia de la clase política.
Hoy nuevamente los muchachos salieron a las calles. Acorraladas por el silencio y la incompetencia del régimen. Hoy fueron detenidos dos niños que salieron entre tantos, a poner el pellejo.
Una mesa de trabajo ofrecida una y otra vez para no llegar a nada. Una oferta de mentira para “intervenir” con arreglos parches décadas de abandono, sus aulas, sus baños. Una sumatoria de promesas que nadie va a cumplir y ahora resulta que son ellos los que “no entienden las necesidades de Chile”. Sí, ministra Vallejo, sí, señor ministro de educación. Esto no prendió.