Tercer día, de la tercera semana de movilizaciones. No es cábala, es otro día de movilización. Nuevamente su buena barricada para calentar las manos en la madrugada. Pero ya viene lluvia. Entonces, la barricada vino bien porque la mañana fue helada.  Cortes de tránsito, conductores molestos…la historia de siempre.

Si, la historia de siempre. Los gerentes estiran el chicle, apuestan al desgaste de los trabajadores, a la moral que cae con los días que pasan y no hay respuestas. El gobierno mira para el lado mientras mueve los soldaditos de un lado para otro mientras a ellos -al gobierno-  lo mueve el patrón. Pero como para los trabajadores se trata de parar la olla, ni caso que hay que continuar en la calle.

Productos de las movilizaciones los colegios tuvieron que suspender clases, informan los medios. Para ser exactos, producto de los gases lacrimógenos que tiran los pacos sin discreción, sea que al lado haya un colegio o un hospital, los colegios tuvieron que cerrar.

Así fue hoy, el tercer día en las calles de la tercera semana de movilizaciones. Pero no es cábala, es la lucha de clases.