El pasado jueves 7 de abril un muchacho de 16 años de un disparo se quitó la vida al interior de un liceo en Santa Cruz. Ayer, sus compañeros se tomaron el establecimiento exigiendo recursos para salud mental y mayor preocupación de sus autoridades.
“¿Qué más tiene que pasar para que la salud mental sea prioridad?» y «La salud mental es un derecho, no un privilegio” fueron algunos de los reclamos que los jóvenes escribieron en las pancartas con las que recorrieron el establecimiento público de la comuna de Santa Cruz, en la Región de O´Higgins.
Según relataron los medios locales, el adolescente “fue encontrado por un auxiliar del colegio, quien alertó de forma inmediata a los funcionarios del Liceo, estos procedieron a llamar al personal de orden para que concurrieran al lugar”
Los cerca de cien estudiantes además salieron a las calles y llegaron hasta la municipalidad. El alcalde William Arévalo, con tono políticamente afectado señaló que “la salud mental es la pandemia silenciosa de que la debemos aprender a hablar y que hoy se hace inevitablemente necesario”. Luego no se le vio ni la nariz.
Tampoco se escuchó a las autoridades del ministerio, ni a la ministra, ni a ningún autoridad referirse al trágico suceso. Aquí como que lloviera.
La marcha de los muchachos fue una despedida al joven que luego de agonizar varios días, falleció este pasado lunes 11 de abril.