Se viene platita pa’l bolsillo. No han pasado dos días y ya tenemos cueca. Aunque el presidente quiera cuidarle la caja a las AFP, sus parlamentarios votarán por otro retiro. De oficialistas a oposición avivan el baile. Cada uno lleva agua pa´ su molino.
Por nosotros, que se saquen los ojos entre ellos. Lo que queremos es nuestra platita de vuelta. Sobre todo ahora, que se disparan los precios de la comida y de la bencina. En cualquier momento avisarán que “no les queda otra” que subir el precio de los pasajes de la locomoción colectiva. Aunque cualquier voz sensata les diría que eso es como echarle bencina al fuego.
La diputada Pamela Jiles viene hace meses agitando con un quinto retiro, pero hoy el escenario es distinto. Desde el Apruebo Dignidad, pasando por la derecha hasta los camaleónicos DC, se la están pensando.
Ayer fue el diputado René Alinco quién anunció la presentación de un proyecto de quinto retiro. Aclaró que la única forma de que se desista de su moción es que las pensiones suban a $250 mil y que el sueldo mínimo, a $500 mil. ¿Pero cómo? si el novel presidente ya dijo clarito que eso va a suceder… ¡en cuatro años más!
A Alinco se le sumó, ya dijimos, un variopinto grupo de parlamentarios. Los PPD Marta González, Cristian Tapia y Jaime Araya; los DC Miguel Angel Calisto, Felipe Carreño y Héctor Barria, la perseverante Pamela Jiles y el RN Jorge Durán.
Alinco habló bonito. “Este es un proyecto muy necesario para las y los trabajadores de Chile y, como dice la canción, yo le diría a los compañeros que están en el Gobierno: para el pueblo, lo que es del pueblo, y esta es plata del pueblo”.
¡Wena, poh, Piero!
Otro que no firmó la iniciativa, pero ya anunció su voto favorable es el senador DC Iván Flores, que instó al gobierno a revaluar su posición. “Lamento profundamente el portazo al quinto retiro (…) si el quinto retiro se tramita, contará con mi voto”.
El presidente Boric dice que, ahora, que ya lo eligieron, debe decir cosas que son “impopulares”.
“Tenemos una situación de inflación, que un nuevo retiro solo potenciaría y, por lo tanto, haría más pobres a las personas. Un nuevo retiro sería un espejismo”.
“No podemos seguir diciéndole a los trabajadores y trabajadoras que paguen la crisis con sus propios ahorros, tenemos que incentivar el ahorro”, agregó.
Sí, sí, sí.
¿No era que la inflación se debía a “factores externos”?
Sí, sí, sí.
Como si ya no financiáramos con nuestras luquitas todas y cada una de las prebendas con que se acicalan día a día, de peón a paje, todo los funcionarios del aparato, los empresarios y los milicos, los pacos…
No, señores: se armó la cueca. A ver si la avivamos un poco más.