Lo de Chubut no es otra cosa que el triunfo de la unidad popular. Luego de seis días de movilizaciones, 16 edificios públicos quemados, una represión feroz, el parlamento de la provincia y su gobierno debieron echar marcha atrás con la decisión de una zonificación minera que contaminaría sus territorios. La ley exprés fue derogada.
El día 16 de diciembre, un día antes de iniciarse las movilizaciones que dejaron un enorme saldo de edificios públicos quemados tras la furia arrasadora de la población hastiada de las mentiras de las autoridades políticas, cientos de chubutenses rodearon el edificio de la Legislatura antes de que aprobara -de manera express- la ley de zonificación, que permitiría la explotación minera a tajo abierto en el territorio.
Ese día, los parlamentarios salieron del recinto entre gases lacrimógenos y balas de goma, mientras la poblada arrojaba piedras en la ciudad y destruía todo a su paso. Esa noche la represión fue brutal. Pero al día siguiente el pueblo de Rawson, al que se sumaron pobladores de otras localidades, llamaron a rodear la Casa de Gobierno.
“Hay que exigir en las calles que el gobernador Arcioni la derogue”, escribieron en el flyer de la convocatoria a la capital provincial de Rawson. La muchedumbre de familias con niños, jóvenes y ancianos, militantes ambientalistas, obreros, de organizaciones sociales al grito “Que se vayan todos”, “No es no” y “Traidores” se tomaron la ciudad. Y la movilización y la determinación no paró.
“La bronca de la gente explotó porque se sintió estafada por el Gobierno”, contó a loa medios, Miguel Prudente, referente del Movimiento Trabajadores Excluidos sobre las promesas de que jamás se aprobaría la minería, en referencia a las promesas de campaña del gobernador Mariano Arcioni, que había dicho que el agua valía más que el oro.
Empujado por la asonada popular, hoy Arcioni tuvo que salir a cumplir su promesa de campaña. Nunca se había visto tal movilización en la provincia patagónica. Más de 20 mil personas se tomaron las calles para exigir el cumplimientos de las promesas. Los 14 parlamentarios que votaron la norma, fueron declarados por los Concejos Deliberantes, personas non gratas y exigieron la derogación de la norma.
Hoy, la norma fue derogada. Triunfó el poder popular en Chubut.