Carabineros atacó brutalmente a los participantes de una romería en recuerdo a los caídos de la dictadura militar. A la represión policial, se sumaron nuevamente civiles armados. Uno de ellos agredió a varias personas con un cuchillo. Causó la muerte de un joven, antes de ser resguardado por Carabineros. El gobierno celebró su “control del orden público” y anunció querellas por daños a ventanas y fachadas. El asesinato, sin embargo, no será objeto de medidas legales.
El año pasado, el 50º aniversario del golpe de Estado, el espectáculo que rodeó a las actividades públicas llevó al gobierno y a los partidos que le son adictos a la realización de una marcha privada. Para participar se requería de una invitación o el visto bueno de funcionarios, mientras la policía impedía que personas no visadas se manifestaran.
Este domingo, sin embargo, la represión fue sin privilegios y comenzó tempranamente, cuando la columna dobló desde la Alameda a la calle Morandé, adyacente al palacio de La Moneda. El asedio policial, con gases lacrimógenos, carros lanzaaguas y violentas detenciones de manifestantes se mantuvo hasta el propio Cementerio General, destino de la marcha.
En Recoleta, la violencia en contra de los manifestantes escaló: nuevamente, civiles armados se sumaron a la represión. Un hombre atacó con un cuchillo a varias personas. Tres sufrieron heridas graves. Uno de ellos, Alfonso Verdejo, de 26 años, murió a causa de las lesiones cuando fue ingresado de urgencia al hospital San José.
Imágenes de cámaras de seguridad que fueron divulgados por televisión muestran como el sujeto actuó a traición, apuñalando a un joven en la espalda, y cómo fue, posteriormente, rescatado por un nutrido contingente policial, que le brindó protección.
Más de doce horas después de los hechos, las autoridades no han dado conocer la identidad del agresor, quien estaría detenido en una unidad policial.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, intentó presentar el asesinato como un acontecimiento que no tenía relación con la marcha, pese lo que habían señalado testigos y las consignas que profirió el sujeto. Sí anunció acciones judiciales para perseguir a los responsables de la rotura de vidrios y otros daños materiales, además de quienes habrían manipulado fuegos artificiales.
Se repite el patrón que ya se ha empleado en varias movilizaciones, en que civiles, que son protegidos por la policía, realizan ataques en contra de manifestantes. Así ocurrió con Francisca Sandoval, quien fue asesinada por civiles armados el 1º de Mayo de 2022.
