Un Estado criminal, un régimen corrupto y un gobierno servil

Como ya lo informamos en artículos anteriores desde el 13 de noviembre 15 miembros de la Coordinadora Arauco Malleco se encuentran en huelga de hambre. En los penales de Concepción y Temuco. Los mapuche han suscitado apoyo de distintas organizaciones, gremios, colectivos y sindicatos, en el entendido que su lucha se dirige en contra de un mismo enemigo expresado en un régimen debilitado y un Estado que, fiel a su naturaleza, criminaliza y pretender socavar la resistencia de este pueblo.

Distintas organizaciones en Concepción, que solidarizan con los huelguistas y la red de apoyo a los familiares de los presos políticos, han llevado a cabo iniciativas de acción directa, intervenciones en instituciones públicas, del poder judicial y de la iglesia. El día domingo 28 de enero se interrumpió por unos minutos la eucaristía en la catedral de la ciudad, solicitando que la iglesia se pronuncie frente al conflicto; el lunes 29 de enero se desarrolló una rogativa en el hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, donde se mantiene en prisión a Esteban Enríquez para pedir por su salud y fortaleza y el destino de la lucha mapuche.  El martes de la misma semana se desarrolló una intervención en la fiscalía denunciando la situación de los presos. El día miércoles se realizó en la SEREMI de justicia y “derechos humanos” una funa para exigir la libertad a los presos políticos mapuche, militantes de la Coordinadora Arauco-Malleco, CAM.

Estas acciones se inscriben en el marco de las demandas centrales que movilizan a los presos políticos mapuche, militantes de la CAM.  Esto son, la anulación del juicio donde se condena a cinco huelguistas a 15 años y medio de cárcel; que se habilite un módulo especial para los presos mapuche de la cárcel de Concepción y libertad a Daniel Canio Tralcal.

Entre los 15 comuneros en huelga de hambre hay dos que se encuentran en riesgo vital. Uno de ellos es Esteban Henríquez. Se puede leer en el informe del Colegio Médico que se elaboró hace más de quince días que este presenta un deterioro físico notable y concluyen: de no recibir esta asistencia y mantener su huelga de hambre, «existe una alta probabilidad de que sufra una descompensación grave, un deterioro a múltiples órganos y falla multiorgánica secundaria, que podría conducir a su fallecimiento”.

El otro es Ernesto Llaitul, que el día viernes 02 de febrero a las 10.30 horas aproximadamente fue trasladado al hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción. Esto a raíz de una descompensación y arritmia cardiaca sufrida la noche anterior.

Esteban, desde su celda, engrillado, con su cuerpo debilitado, logra escribir algunas líneas que se explican por su fortaleza ideológica y espiritual. Estas caen sobre la vergüenza de los cobardes e interesados y alimenta la rebeldía de los pueblos: “Me es difícil expresar con palabras el agradecimiento que siento, también nostalgia por ver cómo la gente se une, como muchas veces antes, olvidando sus diferencias, pero con un objetivo claro, con la mirilla apuntando a esos gigantes blindados de plata”.

Ernesto ingresa en silla de ruedas al centro hospitalario; evidenciado su debilitado estado físico, pero no así su newen o fuerza que le permite identificar claramente a una parte de los enemigos del pueblo, señalando:  

“¡Fuera las forestales de territorio mapuche! ¡Marichiweo! ¡Libertad a los presos políticos mapuche! ¡Este es el gobierno de Boric, del rastrero Boric, del rastrero de las forestales y el empresariado!”