Primero se justificaron como pudieron. Después, confesaron antes de que los pillaron. Y ahora no hay nadie que no fuera invitado a las reuniones clandestinas entre el oficialismo y los grandes grupos económicos. Todos con todos. Tan bajo hemos caído; bueno, ellos.
Anote: Padre Ted Huard 4299, edificio 2, departamento 12, Lo Barnechea, población Los Trapenses.
Desde afuera, reconozcámoslo, no parece gran cosa. Pero cado piso de estos blocks es un departamento, con cinco dormitorios y tres baños. La empleada tiene una entrada independiente que va directo a la cocina y a un “dormitorio de servicio”. Eso no es malo, así las personas decentes limitan en algo el contacto con esa gentuza, sus patrones.
El precio para uno igual al del mega corrupto Pablo Zalaquett es de poco más de 1,5 millones de dólares, según la exclusiva corredora Sotheby’s Chile.
Parecen cómodos. No por nada Zalaquett cumplió aquí su arresto domiciliario cuando lo pillaron con las manos en la masa en la trama de coimas del grupo Penta.
Y eso es todo.
Aquí hacen o, habría que decir, hacían sus cochinadas. Según el diario “La Segunda”, sólo este lunes se canceló un encuentro secreto con el ministro de Hacienda, es decir, varios días después de que estallara el escándalo.
Recordemos que, al inicio, fueron los ministros de Economía y Medio Ambiente. Ellos estuvieron hablando “generalidades” con los salmoneros. Después, fueron el canciller Alberto van Klaveren; Carolina Tohá, la ministra del Interior; y la titular de la cartera del Trabajo, Jeannette Jara. La también militante del Partido Comunista de Chile discurrió aquí con los mandamases de varias AFP. ¿Cuáles? No se acuerda.
Ahora, ya son todos. El presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, el PS Juan Santana, también anduvo con las AFP en el depto de Zalaquett, según él mismo reconoció.
Aunque Santana no pudiera recordar quiénes eran sus interlocutores, sí aseguró que era el único asistente que no pertenecía a una AFP. Un día después, su colega Alberto Undurraga, de la Democracia Cristiana, le echó pa’delante de lo lindo: “En abril del año pasado fui invitado a exponer mis puntos de vista acerca de la reforma de pensiones junto a otros dos parlamentarios de distinto pensamiento político, el senador Rodrigo Galilea y el diputado Juan Santana”.
En el mismo programa televisivo en que el diputado Santana ofreció su engañosa confesión, su colega del Frente Amplio Gonzalo Winter admitió que él no había sido invitado a esos encuentros furtivos, pero añadió que sí había sostenido una reunión con la compañía estadounidense Albemarle, que explota casi un tercio del litio chileno en el salar de Atacama.
Albemarle lo hace, por supuesto, luego de que la dictadura les regalara a esos capitales extranjeros la empresa Sociedad Chilena de Litio y sus correspondientes derechos de explotación. El Estado chileno actualmente sostiene una demanda arbitral internacional, iniciada bajo el gobierno de Piñera, en contra de Albemarle por pagos incompletos de las comisiones trimestrales que debe a Corfo.
Según Winter, ninguna de esas materias fue parte de las conversaciones con los ejecutivos de la multinacional, ni nada que se parezca a lobby.
Sólo quería satisfacer su curiosidad: “yo no entendía lo que hacían, y les dije ‘explíquenme qué hacen’ (…) ¿cómo diablos se convierte la salmuera en carbonato de litio?” El periodista Matías del Río no se pudo contener y retruca que, para averiguar eso, también “hay libros”. Winter: “Pero ellos lo hacen”. Del Río retrocede inmediatamente y tranquiliza a su entrevistado: “Está bien, está bien. Yo no dudo de su buena intención. Para nada.”
Claro que no.
Quien sí duda, pero tiene “buena intención” es la presidenta del PS, la senadora (designada) Paulina Vodanovic, quien también confesó que iba a las reuniones reservadas donde Zalaquett: “Creo que en el momento en que fui, fui con la buena intención, no vi que hubiera ninguna incompatibilidad con ir a explicar el estado del proceso constituyente, así como fui a muchas partes y fui a muchos otros lugares… tal vez, claro, uno hoy día dice, no debería haber ido.”
¿En qué quedamos, señores, señoras?
¿Está bien o está mal?
Ustedes no lo saben ¿verdad?
No importa. Basta con que nosotros lo tengamos claro.