El “en contra” en el plebiscito constitucional va arriba en los sondeos. La derecha promete, sin embargo, que puede dar vuelta el partido. Ahora uno de los principales operadores de Piñera, el director de la encuestadora Cadem, reveló cómo eso podría ocurrir. La respuesta es aterradora.
Ya que hizo click, curiosa lectora, inquieto lector, sobre la misteriosa bajada, apurémonos en revelar que lo que dijo Roberto Izikson, director de Cadem, de verdad es aterrador, si es que no fuera chistoso.
O al revés.
En una entrevista a La Segunda, Izikson (ampliamente favorecido por el gobierno de Piñera con contratos poco santos) sostiene que el “A Favor” al texto constitucional pergeñado por la derecha no tiene como imponerse. A no ser, agrega, que “la coyuntura” le ayude.
“No sabemos qué viene, pero podría estar asociado a la seguridad, orden público, algún tipo de crisis de gobierno, al estilo de Democracia Viva o errores asociados al presidente, más la economía y desempleo”, profetizó.
Como la economía y el desempleo, a pesar de todo, no pueden “venirse” de manera súbita en las semanas que quedan, sólo resta algún acontecimiento ligado a la “seguridad” o un escándalo político.
¿Pero qué puede ser?
¿Y cómo sabe Izikson lo que “viene”?
El encuestador fue más concreto: ante la pregunta del periodista sobre “¿qué experiencias hay de dar vuelta una elección así? El ‘a favor’ necesitaría crecer tres puntos semanales todas las semanas”, Izikson respondió: “no le basta crecer dos o tres puntos semanales para ganar. Necesita un punto de inflexión que lo haga crecer 10 puntos de una vez y eso implica salir del statu quo”.
Y agregó, y esta es la parte aterradora: “Hay pocos casos, pero hay, como cuando Aznar pierde la presidencial después del atentado de Atocha; el plebiscito por la paz en Colombia y el Brexit”.
Esta aseveración es sorprendente. En el caso del plebiscito por los acuerdos de paz entre el estado colombiano y las FARC no hubo ningún “punto de inflexión”. Las encuestas hasta el último día le daban más del 60% de las preferencias al “Sí” que, sin embargo, quedó abajo por 53 mil votos, sobre un total de más de 12 millones de sufragios.
Y en el caso del Reino Unido, las opciones de quedarse o salir de la Unión Europea ya estaban bastante parejas en las encuestas. Hubo un hecho específico: el asesinato de una diputada laborista contraria al Brexit una semana antes del referéndum. Pero nadie ha considerado eso como “un punto de inflexión” a favor del Brexit.
Quedan sólo los atentados de Atocha, a los que, efectivamente, se atribuye haber cambiado el devenir de las elecciones parlamentarias (contrario a las suposiciones de Izikson, no son “presidenciales”) en España en 2004.
La detonación de una serie de bombas en trenes que se dirigían a la estación de Atocha en Madrid en la mañana del 11 de marzo de 2004 provocó casi 200 muertos y cerca de dos mil heridos. Ocurrió tres días antes de las elecciones en que el derechista Partido Popular de José María Aznar buscaba mantener su mayoría frente al avance de la oposición, encabezada por el PSOE.
¿Por qué cambió la elección? Porque, al igual que Izikson, el gobierno de Aznar consideraba cínicamente que se trataba de un “punto de inflexión”. Según relató el entonces ministro de Relaciones Exteriores español, José María Margallo, en sus memorias: “Cuando al rato entraron Pedro Arriola y Paco Villar [asesores personales de Aznar y de su sucesor a la cabeza del PP, Mariano Rajoy, respectivamente], les pregunté: ‘Pero ¿sabemos quién ha sido?’. ‘Todavía no’ —me respondieron. ‘Si ha sido ETA, nos salimos del mapa, pero si han sido los yihadistas, nos vamos a casa’.
“Nos salimos del mapa” significaba que arrasarían en las elecciones. Por eso el gobierno inmediatamente lanzó la versión de que los autores de los atentados había sido la organización independentista vasca ETA, y no grupos ligados a Al Qaeda, como constaba en las informaciones de inteligencia que hace tiempo poseía el gobierno o como indicaban con claridad las primeras pesquisas policiales.
Los atentados fueron justificados por las “Brigadas de Abu Hafs Al Masri” que reclamaron su autoría, como una respuesta a la participación española en las invasiones estadounidenses a Afganistán e Irak.
En los escasos tres días que mediaron entre el “punto de inflexión” y los comicios, nada de eso quedó aclarado definitivamente, pero el PSOE logró una pequeña ventaja que le permitió José Luis Rodríguez Zapatero asumir como presidente del gobierno.
Harto será el revuelo en el gallinero para que los pollos empiecen a anunciar bombazos.
En cualquier caso: attenti al lupo ¿o debiéramos decir, il pollo?