Un montaje muy especial
Puro humo

En medio de los esfuerzos del gobierno de consolidar la ocupación represiva del territorio mapuche, con la instalación de bases militares, la policía detuvo a una docena de personas a las que atribuye nexos con la Resistencia Mapuche Lafkenche, entre ellos dos carabineros. Visto de más cerca, el humo se vuelve espeso y saca lágrimas.

4 de octubre de 2023

La ministra del Interior, Carolina Tohá, estaba exultante. No sólo porque, por estos días, puede ostentar el título de vicepresidenta, una denominación que se acerca, al menos léxicamente, a sus más íntimas ambiciones, sino que también porque la policía había logrado un gran golpe.

O, al menos, así lo festejó en redes sociales: “la detención de integrantes de la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) es un gran logro, fruto del trabajo conjunto entre fiscalía y policías que como gobierno estamos impulsando y respaldando con recursos y coordinaciones. En esa línea seguiremos trabajando”, escribió.

Su segundo, el subsecretario Manuel Monsalve, se sumó a los festejos por la redada, en que participaron efectivos de la Armada: “la provincia de Arauco hoy día está un poco más segura”.

Más segura va a estar, le faltó agregar, cuando conviertan el estado de excepción permanente en una ocupación militar permanente, con bases militares al estilo estadounidense en Afganistán, una medida que se quiere implementar Traiguén, Lumaco y Victoria.

La prensa burguesa recogió el guante al vuelo. Habló de un “duro golpe” a un “grupo radical mapuche” que se ha adjudicado varias acciones de resistencia, justamente, en la zona lafquenche, en el borde marítimo entre Cañete y Puerto Saavedra.

Otro hecho que captó la atención fue la detención en este caso de dos carabineros: el cabo Darwin Castillo, de la Cuarta Comisaría de Curanilahue, y un policía en retiro con nombre de narcotraficante, Luis Marcelo Berna, quien también había trabajado en Curanilahue, pero en la comisión civil o SIP, Sección de Investigación Policial, como se llama ahora.

En las publicaciones, no menos burguesas, pero adictas al gobierno, la temperatura subió a 39 grados de golpe. Al fin, una teoría conspirativa, a las que esa gente es, también, adicta, que pueda probarse, se exclamó allí con indisimulada excitación.

Los supuestos mapuches que la revuelven, dicen, son manejados por los pacos para perjudicar al gobierno. Mapus malos y criminales.

Los pacos que los dirigen, por supuesto, no son los pacos buenos, que son amigos del gobierno y reprimen a los indios malagradecidos, sino pacos malos, que son amigos de la derecha.

El gran golpe, informaron las autoridades, debía culminar en una imputación por asociación ilícita. Eso suena bien.

¿Pero es una asociación ilícita para cometer los “atentados de la RML”?

-Ehhh… no, su señoría. Es por… este… hurto, perdón, sustracción de madera.

-¿O sea, un delito simple? ¿Presidio menor en su grado medio? ¿Máximo tres años y un día, de los que zafas con facilidad?

-Esteeee, bueno, sí… Pero, aunque sea muy simple el delito, a diferencia de llevarse una chelas del súper, éste, hurtar madera, es perseguido con todo el peso de la ley: informantes, intercepciones telefónicas, agentes encubiertos, todo el programa. Ley 21.488, impulsada por el gobierno del Boric, su señoría.

-¿Y la Resistencia Lafkenche, esa? ¿Qué tiene que ver?

-Nada, su señoría. Nada. A dos de los imputados les ponemos el cartel de que están “vinculados” a la RML, pero nada más. No es que les estemos cargando algo concreto relacionado con eso.

-¿O sea, puro humo, señor fiscal?

-Jajaja, ya nos pilló de nuevo, su señoría.

-Ya, listo. Seis se van en prisión preventiva, el resto pa’ la casa.

-Pero…, su señoría…

-¡Es hurto, hombre!¡Son tres años y un día! ¡Y en el mejor de los casos! ¿Cómo los voy a meter presos ahora, si no van a cumplir pena en la cárcel? Si es que llegan a probarles algo, eso es.

-Tenemos grabaciones, su señoría. En los próximos días van a aparecer en el diario y en la tele.

-Ya, ya, fiscal. Dejémoslo hasta aquí, nomás. Y… sargento… ábrame la ventana, por favor. Está llena de humo esta sala.