42 años han pasado desde que surge la deuda histórica. 42 años desde que el estado desconoce el reajuste salarial, que a partir del año 1981 deberían haber recibido los profesores cuando, por ley se estableció una alza de hasta un 90% del sueldo base para todos los funcionarios públicos. Luego del traspaso de las escuelas y liceos públicos a los municipios, el reajuste acordado fue desconocido por los nuevos sostenedores y los docentes no recibieron este beneficio, dañando sus ingresos mensuales y, más tarde, sus pensiones.

42 años después, alrededor de 15.000 docentes han fallecido. Otros 71.000 siguen esperando el pago de una deuda no heredable. Muchos de los que murieron, lo hicieron en el completo abandono y con pensiones de hambre, producto también del daño previsional generado.

Hoy algunos de los que, en tiempos de campaña, ofrecieron hacerse cargo de la infamia, están en aprietos. Boric vendió como promesa de campaña el pago esta deuda. Un año después, en su primera cuenta publica dijo “que el Estado no tiene ahora los recursos suficientes” y agrega que “para pagar dicha deuda será necesario aprobar la reforma tributaria”.

Otro que también está en apuros, es Nicolás Cataldo, quién asumió el Ministerio de Educación en la ultimas semanas. El mismo Cataldo que en el mes de junio del año 2022 ya se encontraba trabajando en una “mesa” con el directorio actual del colegio de profesores. Mesa que se comprometió para fines del año pasado a ingresar un proyecto de ley reparatorio de la deuda Histórica. De esas promesas, lo único obtenido -en más de un año de “arduo” trabajo- fue un catastro de docentes para determinar el universo de profesores y profesoras afectados.

Cataldo, a pesar de estar interiorizado en el tema –fue subsecretario de educación por más de un año antes de asumir su actual cargo– y además, fue quien lideró la mesa de trabajo de la deuda histórica, envío a la dirigencia nacional del Colegio de Profesores una nueva propuesta que, en lo concreto, deja todo al azar y al trabajo ¡de otra mesa!

En palabras del propio gobierno, “se propone ingresar un proyecto de ley que contemple el pago reparatorio para la totalidad de docentes afectados en un plazo definido. En los casos más urgentes, los pagos comenzarán a partir de 2024. A partir de la mesa conformada con el Colegio de Profesores, se definirán los criterios para la identificación de los casos urgentes, que representarán un 25% del total de afectados”.

O sea, lo que está ofreciendo el pillín de Cataldo, es la tarea que no hizo el año pasado … una ley que contemple el pago reparatorio del 100% afectado. El 25% mas urgente se le pagará en 2024. Todo lo demás será resuelto por una mesa de trabajo. Así nomás…

Los siete puntos restantes, no distan mucho de esta nefasta respuesta – aunque los dirigentes digan lo contrario. Nuevamente queda todo al vaivén de las aprobaciones de leyes y reformas que no tienen por dónde salir… además de ¡siete mesas de trabajo más!

Pero con lo que no cuentan estos políticos es con la solidaridad que las y los profes han mostrado con los mayores. Con aquellos que han dejado los pies en la calle protestando. Con aquellos que ya sirvieron por décadas a la formación de los niños y niñas de Chile. Con aquellos que antecedieron cada una de las luchas y triunfos docentes y que, lamentablemente, todos los políticos desde hace 42 años han ninguneado.

Y así ha sido hasta hoy. Un variopinto de politiqueros desfilando desde el inicio de la “democracia” , uno tras otro. Prometiendo pagar todo a cambio de votos. Y Boric, al igual que todos los anteriores honorables, se echó pa trás con lo que prometió.

Pero todo tiene su tiempo. En 42 años, todo ha sido prioridad menos los profes. Hay plata para pacos y leyes represivas y no para pagar la deuda histórica. ¿Cuántos más tienen que morir esperando por lo justo?