El grupo que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica ha decidido ampliarse en su reunión convocada en Johannesburgo, desde el 1º de enero del 2014 serán 11 los miembros permanentes.
El bloque económico que reúne a países que se encuentran fuera del rango de los Estados satélites de Estados Unidos y Europa crece. En esta última década se han ido reuniendo en torno a poder fortalecer sus economías sin depender de otros países o coaliciones, que como se han dado cuenta son capaces de castigarlos con sanciones o bloqueos económicos que hunden en la miseria a sus naciones. La dependencia del dólar ha sido una de las razones por las que se han acercado a posiciones similares, aún cuando entre estos mismos socios hay rivalidades políticas e incluso militares, que han sido minimizadas ante la independencia económica de sus respectivas naciones.
Los cinco miembros del BRICS representan un 42% de la población mundial, con los cinco nuevos miembros subiría a cerca del 47% del orbe. De representar el 30% de la superficie mundial pasarían al 37%. En relación al PIB representan actualmente un 23% y llegarían al 25% mundial. En estos indicadores se puede notar la inequidad en que se encuentra inmerso actualmente nuestro planeta, un tercio de la población mantiene en sus manos la economía total y sumerge en una dependencia a las otras naciones. Esta misma relación es la que repiten internamente los países en sus economías y relaciones internas de clases.
Los nuevos miembros serán: Argentina, Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Etiopia e Irán. Hay que indicar que claramente los nuevos miembros se eligieron estratégicamente, pues el nuevo bloque representa la mayoría de los países que producen petróleo, granos y recursos naturales, además de ser líderes en sus continentes.
En la lista de espera quedaron muchos otros países que esperan la oportunidad de formar parte del bloque y poder dar un respiro frente al atosigamiento, las sanciones y amenazas de los países que hoy controlan el mundo. El BRICS no es la panacea, pero es un intercambio económico más justo que el que hoy día se produce entre los países depredadores que solo les interesa su bienestar individual.