Será esa costumbre de hacer todo a medias o, simplemente, la de no hacer nada. Porque, de que son flojonazos, lo son. Y de flojos que habrán contratado a un juez flojo, que de flojo y mediocre terminó cayendo. Habrá dejado un río de evidencias para que lo pillaran, porque ni los fraudes al fisco, ni las interceptaciones telefónicas las hacen bien. Hoy cayó el juez flojo y un ex Dine por el caso de espionaje “Operación Topógrafo”.
Tiene que haber sido tan, pero tan flojo, que sus pares terminaron removiéndolo de su cargo. En abril de 2022, la Corte Suprema ordenó abrir un cuaderno de remoción para sacar de su pega al flojo juez de la corte de Apelaciones de Copiapó, Juan Antonio Poblete Méndez.
Era tan, pero tan flojo, que por no ir a la pega, no redactaba sentencias y los fallos se acumulaban hasta que ya fue mucho. A este flojo los milicos le habían pedido que diera permisos -ilegales- para espiar a los periodistas que investigaban el caso Milicogate.
Hoy el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva para el flojo juez Juan Poblete Méndez y el exdirector de la Inteligencia del Ejército (DINE) Schafik Nazal Lázaro por los delitos de falsificación de instrumento público e interceptación telefónica indebida en el marco de la denominada “Operación Topógrafo”, en que no sólo se espió a periodistas, a la jueza Rutherford, que no ha soltado a estos ladrones, sino también a varios de los propios milicos. ¿Querrían montar un negocio de extorsiones?
¡Vaya par de flojos corruptos!