Nuestra duda no puede ser más honesta y real. Exactamente qué tipo de engendro, alimaña o fallo humano es Johannes Kaiser. La duda debe ser resuelta, porque cuando tengamos que saldar cuentas, hacer tierra arrasada para terminar con tanta maldad, tendremos que saber que usar: insecticida común, maleficios o simplemente la suela del zapato.
Sabemos algo, es un diputado. Pero no es mucho decir, porque en ese circo hay variedad humana: descerebrados, flojos, corruptos, inmorales, oportunistas, etc. etc. Pero ¿qué es exactamente Johannes Kaiser? Porque humano no es.
No podemos especular. Es necesaria la información científica.
Hay tanto centro de estudio, que es como buscar una aguja en un pajar. ¿Será muy absurdo, por ejemplo, intentar un certificado de origen con el Centro de Investigación Oceanográfica del Pacífico?
Dicen que allí han desarrollado sendos estudios sobre los monstruos marinos que emergen -con sus formas ambiguas a la superficie- cada tanto desde las más profundas oscuridades del planeta. Seres que viven sin luz, ni aire y que se alimentan de la carroña acumulada en miles de años en el fondo del mar.
¿O, tal vez, solicitar un papel firmado con la procedencia en el Instituto de Física de Cantabria? Allí estudian los hoyos negros. Esas formas extrañas en el cielo, oscuras, que llevan a otras dimensiones donde no hay estrellas que iluminan la noche. Nosotros, los seres humanos, estamos hechos de estrellas. Pero allí por ese túnel, el hoyo negro, se llega a un lugar de completa y eterna oscuridad. ¿Es de allí de donde proviene esta alimaña, fallo humano, engendro del infierno?
Es urgente saber. Si usted, estimada lectora, querido lector, ha escuchado algo, tiene una pista, es necesario nos lo haga saber. Tenemos que saber de dónde viene, de qué está hecho, porque sólo así podremos acabar con él.