El pueblo no se rinde

Con el correr de las horas, se confirmó que ocho personas fueron asesinadas por militares el jueves en Ayacucho. La masacre no ha detenido las protestas en todo el país, que siguen causando nuevas víctimas mortales. El intento del régimen de buscar una salida política fracasó en el Congreso.

El gobierno golpista impuso toque de queda en cinco departamentos del sur del país: Ica, Huancavelica, Apurímac, Cuzco, Puno, Arequipa y Ayacucho. La medida de fuerza rige, en general, desde las 20 horas hasta las cuatro de la mañana del día siguiente, aunque en algunas provincias comienza a las seis de la tarde.

Así, el gobierno busca frenar la multiplicación de las protestas. Pero la indignación crece; sobre todo, después de que se conocieran las verdaderas dimensiones de la represión aplicada por el ejército en Ayacucho.

Allí, las fuerzas militares asesinaron este jueves a ocho personas. Varias de las víctimas fueron atacadas en el aeropuerto de la ciudad que iba a ser ocupado por una muchedumbre.

Hoy viernes, se sumó un nuevo fallecido: un adolescente asesinado en Junín, en el centro del país.

Un policía abre fuego en contra de manifestantes en el departamento de La Libertad, en el norte de Perú

Organismos oficiales como la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Salud contabilizan más 10 muertos desde el inicio de la insurgencia popular.

Mientras, el plan del régimen de adelantar las elecciones a diciembre del próximo año fracasó en el Congreso. La moción que habría perpetuado en el poder a Dina Boluarte hasta abril de 2024, no obtuvo el quórum necesario, pese al apoyo cerrado del fujimorismo y, también, de sectores de la llamada “izquierda caviar”.

Otras bancadas, como la del izquierdista Perú Libre, habían exigido, sin éxito, que se incluyera una convocatoria a una asamblea constituyente. Finalmente, junto a otros grupos no emitieron su voto, haciendo caer la propuesta.  

Ahora, el gobierno se queda sin guión político.

Excepto la represión.