Entre las muchas notas sobre lo que sucedió hoy en Perú, las hay singulares, como la de la “pesadilla que vivieron tres turistas colombianas atrapadas en Cuzco”. Pesadilla es la que tiene Dina Boluarte, presidenta interina del Perú. La insurgencia toma fuerza. Hoy tuvo que decretar estado de emergencia en todo el país y anunciar un adelanto de las elecciones.
Ayer no más, Boluarte había dicho que las elecciones se realizarían en abril de 2024. La decisión, claramente, estaba fuera de foco, atendiendo el grado que alcanzó la insurgencia popular en Perú. La población exige elecciones ahora, la liberación de Castillo y el cierre del Congreso.
“Legalmente, los tiempos calzarían para abril del 2024. Sin embargo, haciendo reajustes, ayer [martes] conversando, esto se puede adelantar a diciembre del 2023″, señaló Boluarte.
Si se aplica un criterio puramente matemático, la próxima semana, la gobernante deberá convocar a comicios en ¡agosto pasado…!
Pero el crecimiento del levantamiento popular no es geométrico, es exponencial.
El nuevo planteamiento habría salido tras el Consejo de Estado realizado ayer martes en la noche, tras un día de graves acontecimientos que se extendieron por el norte y el sur del país.
Además, Boluarte decidió decretar el estado de sitio en todo el país, medida que durará 30 días, salvo en el sur del país donde se ha registrado con más violencia la insurgencia popular. En Arequipa, Apurimac e Ica el estado de sitio será de 60 días. Además, en esos lugares el gobierno golpista ha reforzado la presencia militar.
También se estaría evaluando imponer un toque de queda. Por lo pronto, con el estado de sitio, quedaron suspendidos los derechos de reunión, tránsito e inviolabilidad del domicilio. Al día de hoy, el recuento son centenares de heridos, siete muertos, 100 policías heridos y numerosa infraestructura pública destruida por la ira de los movilizados.
“Las movilizaciones pacíficas alrededor del país se han visto opacadas por el protagonismo de los actos subversivos por parte de sujetos que vienen siendo vinculados a grupos políticos radicales, algunos de ellos vinculados al Movadef, y sectores económicos informales como la minería ilegal”, reportan los medios del régimen peruanos.
La referencia al Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales, Movadef, es una clave que los lectores peruanos entienden: quiere decir “Sendero Luminoso” o, más bien, su fantasma.
Pero no son espectros, sino miles y miles de personas reales las que han salido a marchar; y miles y miles que exigen con fuerza que se vayan todos.
Los aeropuertos de Cuzco, Puno, Arequipa y Apurímac aún se encuentran cerrados.
Los bloqueos de carreteras impiden la entrada y salida del transporte de carga y pasajeros hacia las ciudades de Arequipa, Cuzco, Tacna y Puno en el sur y de Piura y La Libertad, en el norte. Y no existen “rutas alternativas”, informaron las autoridades.
En Cuzco, donde andan paseando las tres turistas colombianas, una grupo de pobladores incendió una caseta, la oficina de una gerencia y otros espacios del local institucional de la municipalidad provincial de Espinar, exigiendo el adelanto de elecciones en 2023.
Tienen razón las paseantes en sentir que todo esto es una pesadilla. No hay bolsillo que aguante lo que, parece, serán unas vacaciones más largas de lo planificado.